El ser humano no sé si evoluciona mucho, pero el cuerpo humano sí, ya lo creo. Mirad si no, cómo al brazo, antebrazo y mano se ha unido una nueva extremidad que, además, dicen que es inteligente: el móvil.
En fin, bromas aparte, quiero hacer un pequeño homenaje a esa prolongación de mi mano que me ha permitido publicar fotos en este blog y en las redes sociales, mientras mi cámara de fotos moría con dignidad (pero en muy mal momento) a finales de mayo.
De modo que, cierro junio con algunas de las fotos
que he compartido en Instagram durante ese mes. Si queréis saber la
identificación de alguna de ellas, pinchando en la foto el enlace lleva a la
imagen en Instagram con su correspondiente texto. Fotos sencillas de instantes
simples pero que se recuerdan. Y es que, parece ser que, en ocasiones, sin fotos (y
flores) no hay paraíso.
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