Arte Pintura pintura jardin Sorolla

‘Jardín de la Casa Sorolla’ y el crecimiento del rosal amarillo

Las plantas en el jardín de la casa de Sorolla en Madrid ya no son lo que eran, no por falta de cuidados, sino porque los edificios colindantes apenas dejan entrar la luz necesaria para que se desarrollen con cierta armonía.
“Las rosas se espingan patilargas buscando la luz entre los rascacielos” comentó en su día su bisnieta, en referencia al jardín de la casa de Sorolla en Madrid, hoy convertida en museo.

Sorolla versionó el jardín de su casa madrileña y, posteriormente, el crecimiento de la plantación de ese jardín ayudó a ponerle fecha a esos cuadros.
 
 
El año de sus cuadros| La plantación del jardín
 
Se sabe que fue hacia 1918 cuando Joaquín Sorolla ejecuta algunas versiones del jardín de su propia casa madrileña pero, ante la falta de firmas, fechas o documentos que atestigüen el momento de su realización; es necesario atenerse al desarrollo de la plantaciónde ese jardín como único testimonio para datarlos.
 
Ese dato pude conocerlo en su día, gracias al libro de la exposición que se celebró en Madrid allá por el año 1996…  Y no deja de ser curioso que el mismo modelo que inspiró a Sorolla se convirtiera en fiel testigo de una época, un instante, en su vida y su jardín. Y el libro cita esas referencias al comentar una pintura: “Detalle del Jardín de la Casa Sorolla”.
 
 
La fecha de “Jardín de la Casa Sorolla” | El rosal amarillo
 
En este cuadro (Óleo sobre lienzo 54,5 x 73,5 cm), el mítico rosal trepador amarillo de  la casa de Sorolla comienza a cubrir la arcada del pórtico de la fachada principal, lo que hace pensar en seis o siete años de crecimiento. Puesto que el jardín se empezó a plantar en 1911,  se podría situar esa pintura hacia 1918.
 
La Estación del año | Las rosas
 
La vegetación profusamente florecida hace pensar que el cuadro se pintó en primavera o comienzos del verano.
 
La hora | La luz
 
También mencionan en el libro detalles como que en este cuadro, el jardín está captado a la caída de la tarde, porque en el pórtico se proyecta una iluminación artificial procedente de la vivienda o del propio pórtico, punto de luz escondido entre dos arcos.
Parece ser que ese rosal trepador de flores amarillas lo plantó Sorolla con sus propias manos. Durante los viajes que tenía que realizar el pintor, su esposa Clotilde respondía a sus cartas poniéndole al día de si el rosal amarillo de su casa había florecido ya. Al fallecer Sorolla, el rosal enfermó.  Cuando Clotilde falleció, el rosal murió. 
Esta parte de la obra de Sorolla le ha permitido entrar con todo merecimiento en el cuadro de honor de los pintores jardineros. Un mérito que también han reconocido los comisarios de la exposición Painting the Modern Garden: Monet to Matisse, que actualmente se puede visitar en la Royal Academy of Arts de Londres y cuya película podrá verse en la gran pantalla esta primavera. Tenéis todos los detalles sobre esa exposición y la película en el siguiente enlace: 

6 artistas-jardineros  «Pintando el Jardín Moderno: Monet a Matisse»

Joaquin Sorolla, Louis Comfort Tiffany, 1911. Painting the Modern Garden: Monet to Matisse

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