Frederick Carl Frieseke Owosso, 1874 -Normandía, 1939
«La pintura de jardines y de flores ha sido frecuentemente considerada como un simple ejercicio placentero para el pintor y para el espectador. Pero detrás de ella alienta la memoria del primer jardín, el Paraíso, una nostalgia y una pasión que se orienta a veces hacia la pintura misma, entendida como una disciplina cerrada, ajena a todo tipo de intereses terrenales, y otras veces hacia lo contrario, hacia el mito de la redención del hombre en un tiempo histórico radicalmente nuevo» 

Eso es lo que señala el comisario de la instalación Hortus Conclusus del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, Tomas Llorens, quien seleccionó doce obras en torno a la imagen literaria del «hortus conclusus» en la pintura europea, desde la Edad Media hasta el siglo XX. La instalación todavía puede verse hasta el próximo día 2 de octubre, aunque las obras que se incluyen en ella se pueden admirar de forma permanente en las correspondientes salas de ese museo.
 
anónimo alemán | La Virgen y el Niño en el hortus conclusus, c. 1410
El hortus conclusus, un tema pictórico
 
El hortus conclusus es un tema pictórico de Arte cristiano en general, y en particular de la pintura. Se dio en el siglo XV. En él figuran la Virgen y el Niño sentados en un jardín cercado, paradisíaco, en plena floración. El tema está bien representado en la pintura del Gótico internacional, en especial en sus manifestaciones germánicas.
La metáfora en torno al «hortus conclusus», el huerto cerrado que tiene su origen en el Cantar de los Cantares, es el hilo conductor de la instalación formada por obras de la colección permanente del Museo Thyssen. 
Son pinturas que muestran desde esos simbólicos huertos medievales, pasando por los jardines impresionistas. La selección de obras comienza con La Virgen y el Niño en el Hortus Conclusus (1410), llega hasta siglo XVI y de ahí da un salto al siglo XIX, para mostrar a los impresionistas franceses, que abandonan el interés por la pintura al aire libre de la vida en la calle, para centrarse en su estudio abierto en un jardín.
 
La exposición se cierra con obras del siglo XX que permiten comprobar cómo ha ido evolucionando la forma de interpretar el concepto de jardín.
 
 
Jan Brueghel I El Jardín del Edén c. 1610-1612
Jardín cerrado
 
«Que el Paraíso era un jardín vallado lo supieron Adán y Eva, para su desgracia, cuando fueron expulsados y no pudieron volver a entrar en él»(Tomás Llorens). 
Todos los jardines son, por definición, espacios cerrados o limitados por columnas setos o verja, pero el recinto puede ser un poco abierto. Un jardín amurallado, como su nombre indica, está rodeado por un muro y se considera un subconjunto de jardines.
Sin embargo, el significado de hortus conclusus (jardín cerrado) sugiere un estilo más privado de jardín. Sí, hemos acabado en el mismo punto de siempre. La pintura al aire libre, la naturaleza, las plantas, los jardines.  En este caso, el jardín se convierte en un espacio de recogimiento, contemplativo. Un lugar dónde abstraerse, meditar, pasear, sentarse y disfrutar de las flores y las plantas. 
 
Además de observar algunas de las obras de esa exposición, os invito a pasear por el El Jardín de las Hesperides -localizado junto al Jardín Botánico de Valencia– cuyo diseño se inspiró en el concepto de hortus conclusus. 
Emil Nolde | Tarde de verano 1903
Pierre-Auguste Renoir Mujer con sombrilla en un jardín 1875
Frederick Carl Frieseke Owosso, 1874 -Normandía, 1939

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