Arte Pintura pintura paisaje

David Hockney: paisajes de cuatro estaciones

«Nunca hay dos días exactamente iguales» 

Desde esa premisa ha trabajado el paisaje el pintor David Hockney

Hace ya muchos años que admiro su trabajo, de modo que, a pesar de lo que algunos críticos puedan opinar, no he podido evitar hacer mención de esta muestra que se puede disfrutar en la Royal Academy of Arts de Londres hasta el 9 de abril, y, posteriormente se traslada al Guggenheim de Bilbao, donde permanecerá desde el 14 de mayo hasta el 30 de septiembre de 2012. 

En la exposición, titulada ‘A Bigger picture’, David Hockney se consagra como uno de los grandes paisajistas. Incluye multitud de obras creadas por el artista, la mayoría óleos o acuarelas, así como, medio centenar elaboradas con el iPad.

En el pasado ya experimentó realizando collages de fotografías tomadas con la Polaroid y ahora se ha entregado en cuerpo y alma a soportes como la tableta de Apple o el iPhone: Lo que le gusta de estos medios, que utiliza diariamente para enviar mensajes visuales a su familia y amigos, es que «puede pintar en minutos lo que al óleo le llevaría horas, con lo que consigue captar la luz de otra manera». Con una técnica impecable, Hockney se maneja igual de bien con las aplicaciones pictóricas del iPad (para lo que utiliza la aplicación Brushes) que con los pinceles y el óleo.

Una  de las joyas de esta muestra es “The arrrival of spring in Woldgate, East Yorkshire in 2011”. Pintado en óleo sobre 32 lienzos, retrata con vivos colores el paisaje de la primavera en el bosque de Woldgate, al este de Yorkshire.

Pero no es su única obra sobre el paisaje. La exposición también recoge algunos de los primeros paisajes pintados por Hockney cuando aún era estudiante en Bradford, Reino Unido, ciudad donde nació en 1937, y otros de sus años en California (EEUU), adonde emigró en 1964 en busca de la luz que no encontraba en Inglaterra. Allí vivió más de treinta años, hasta que, a finales de los noventa, decidió regresar al Reino Unido, primero para acompañar a un amigo enfermo y luego para quedarse.

Los trayectos que realizaba en coche para ir a visitar a su amigo, le permitieron redescubrir el paisaje que tanto había admirado durante su juventud, a través de una observación directa de la naturaleza, redescubrió la luz y los cambios de estación, su belleza paisajística y la explosión de color .

La muestra se completa con una impresionante instalación de pantallas en la que se proyecta el vídeo donde se funde el paisaje a través de la unión de 18 cámaras, 9 de ellas recogen el camino del verano, mientras que en las otras 9 se muestra el mismo paisaje cubierto de nieve. 

En fin, parece que la exposición nos invita a realizar  el viaje que el propio Hockney emprendió en su día. Es paisaje en estado puro que no debemos dejar escapar.

 

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