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La hierba ‘de namorar’ o ‘namoreira’



Después del calorcito de Hawái, y de vuelta a casa, he querido parar en uno de los mejores miradores naturales sobre el océano Atlántico, donde los caballos salvajes se mueven en zonas más o menos acotadas, y se puede visitar uno de los santuarios de culto y peregrinación tradicionales de Galicia, con su leyendas de almas, como no podría faltar en estas tierras: San Andrés de Teixido, en A Coruña: ‘Ao Santo Andrés de Teixido, vai de morto o que non foi de vivo”


Pero tranquilos, hoy no vengo a hablaros de almas en pena caminando hacia San Andrés de Teixido en forma de lagartija o similar, como reza la leyenda.

 

La primera vez que estuve allí era muy pequeña. Mi tío solía llevarnos a mis primos y a mí a aldeas remotas, par conocer Galicia en todo su esplendor.

Imposible borrar el recuerdo de un lugar así, donde los impresionantes acantilados, los más altos de la Europa continental, con una altura de 612 metros sobre el nivel del mar, son un gran ventanal donde asomarse al mundo.




Estamos en la Serra de A Capelada, donde crece la Armeria maritima (Armeria pubigera, ‘clavel del aire’) capaz de modificar, eso dicen, comportamientos. Es la ‘herba de namorar’ o ‘namoreira’. De eso sí que me gusta hablar a mí.
Galicia, que os voy a decir, tierra de meigas y hechizos, tenía que tener una hierba mágica y hechicera. La armeria se debe coger la noche de San Juan, y de manera discreta -por ejemplo, colocándosela en un bolsillo- se entregará a la persona querida. La hierba se encargará de enamorarla. Hay quien dice que su efecto es tan eficaz que no existe antídoto capaz de deshacer el amor que su ayuda provoca.

Bien, no prometo que sea efectivo, he de aclarar, pero lo que sí resulta fascinante es contemplar la hierba ‘de namorar’ o ‘namoreira’ cerca de los acantilados, azotada por los vientos y el frío marino. Su flor es pequeña, parece frágil, con sus minúsculos y finos pétalos de color claro que, sin embargo, resisten con valentía sin desprenderse de su tallo, cuando el mar picado ruge y su diminuta flor se agita casi sin despeinarse.

Los que no hayáis visitado nunca la Sierra de A Capelada, tenéis un viaje mágico pendiente de hacer. Os dejo enlaces para que podáis conocer la zona, su flora y fauna, sus rincones y todo un repertorio de leyendas que pueden fascinar hasta al más incrédulo.

Buen viaje a todos.

Foto David Calvelo
Fotos Teresa la Loba
Flora vascular: armeria pubigera

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