Un artista que trabaja con aquellos materiales que le permiten viajar a lugares y tiempos
almacenados en la memoria, merece un
espacio adecuado para su obra. Si,
además, esa obra está realizada con materiales procedentes de la propia naturaleza,
ese lugar debe ser un parque, un jardín, un espacio abierto. Como dice el autor, son materiales creados con la naturaleza, que regresan a la naturaleza y se transforman con ella.
El artista - atraído por el tacto, calidez y color de los mismos- utiliza esparto, pita, cáñamo, corteza de pino, sus
hojas y esqueletos vegetales.
La obra se ha instalado en el Jardí Botànic de la
Universidad de Valencia y está integrada en diferentes rincones,
incluso colgada de árboles, todo con gran armonía. En ocasiones parece, incluso, que hay que buscar cada escultura y cuando se encuentran, de forma casi mágica,
se agrandan para cobrar el protagonismo que le corresponde.
La primavera es para disfrutarla. Vámonos a la calle. Eso fue lo que nos recomendó Javier Colores en Twitter y se lo agradecemos.
Hasta el próximo 10 de Junio.