Ayer visité en el IVAM de Valencia la exposición Menchu Gal, un espíritu Libre Lo dicen en la presentación de esta muestra y no puedo estar más de acuerdo. Hay una energía latente en la obra de Menchu Gal. Y esa energía hizo que mi mirada se fijara, dentro de su variada creación, casi exclusivamente en sus paisajes e interiores, contemplándolos como si los viera con sus propios ojos, disfrutándolos como si me sumergiera en ellos de la mano de su creadora. Los abstrae de tal forma, que permiten adivinarlos con un solo golpe de vista. Te invita a jugar a adivinar su título, casi como un reto. Lo hice y os aseguro que es fácil acertar.
La sensación de cercanía hace, incluso, que imagines que ese cuadro lo acaba de pintar, que has estado allí con ella, admirando lo que su pincel ha creado. Invita -si estuviera permitido- a pasar el dedo delicadamente por el lienzo para comprobar que el óleo está seco. El cromatismo en sus paisajes es evocador y te acerca a la tierra que admiró en su infancia, los de Fuenterrabía son maravillosos. Pero esos colores también te regalan la luz de Ibiza y los atardeceres del campo, el misterio de los bosques, el encanto de la vendimia, la calidez del paisaje nevado, la fuerza del mar y es especialmente generosa con los colores de los paisajes de Castilla.
Paisajes llenos de ilusiones, de las ilusiones de una mujer que consiguió
ser feliz pintando en los oscuros años de la posguerra. Una creadora que
consiguió brillar en un mundo dominado por hombres. Una pionera que logró ser Premio Nacional de
Pintura en 1959 y que, posteriormente, cayó injustamente en el olvido. Es un buen momento para rendirle un merecido homenaje y acercarnos a su evocadora obra.
La exposición es digna de visitar, no debéis dejarla escapar si estáis de vacaciones estos días por Valencia, porque te contagia la
fuerza positiva que hay latente en la obra de Menchu Gal. Finaliza
el próximo 6 de Mayo. Si tienes previsto visitar la ciudad
estos días, te aconsejo una escapada. El IVAM está junto al Barrio
del Carmen y frente a los Jardines del
Turia, de modo que es un paseo muy sugerente.