Si quiere luz, pues luz, que no le falte, que ya te lo agradecerá después. Y, si la luz es de una tarde de noviembre, más emoción tiene la cosa. Puede ser sobre un Osteospermum ecklonis o sobre una hoja de perejil, da igual. Esa mágica palabra que tanto nos ilusiona. Gran aliada. La del sol o la de una palabra oportuna. La luz que no falte nunca. Si quiere luz, dale luz, que mira cómo te lo agradece.

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