La gardenia es una planta de clima semi-tropical y se cultiva mejor con luz intensa.  Esta gardenia que muestro hoy puede ser un buen ejemplo, porque es una superviviente de mi abandono. El agua y la luz son las que han hecho posible su floración. El año pasado afirmé que me dedicaría con esmero a ella para recuperar su belleza, pero me temo que no he cumplido mi promesa. La riego, por supuesto, pobrecita, pero si hubiera sido algo más disciplinada con la fertirrigación, si le hubiera  cortado un poco el cepellón y renovado el sustrato, ahora os estaría mostrando un fabuloso ejemplar. Pero, aún así, flores no le faltan, pequeñas pero abundantes y deliciosamente perfumadas. Estamos en tiempo de gardenias. Feliz verano a todos.

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