Modernismo

La Manzana de la Discordia

Un arte considerado burgués y muy caro. Hoy en día probablemente vendría acompañado de polémica. En los diseños urbanísticos de principios del siglo XX, el modernismo arquitectónico, surgido en Bélgica y denominado Art Noveau, quiere una ciudad viva. Ven la ciudad como el lugar de la vida y su misión como arquitectos será hacerla agradable, elegante, moderna y festiva.

Uno de sus principales signos de identidad es la curva y contracurva en los elementos decorativos,  que intenta simular la vegetación natural. En Inglaterra su máximo representante fue William Morris y en España Gaudí quien lleva la decoración característica del modernismo al exterior del edificio.
 
El estilo floreal representativo del Art Nouveu, convertiría las ciudades en una segunda naturaleza. Del mismo modo que se integraban jardines urbanos  con la clara intención de acercar el campo a la ciudad (rus in urbe), la arquitectura modernista pretendía, a través de las líneas y superficies onduladas; los grandes espacios abiertos; los miradores y balcones salientes, hacer más excitante el paisaje deprimente de los bloques de la sociedad industrial.
 
En el  Paseo de Gracia de Barcelona existe un conjunto de  3 edificios de arquitectos modernistas catalanes, que se conoce como la Manzanade la Discordia. (L’Illa de la Discòrdia).



La primera  en construirse, entre 1890 y 1900, fue la Casa Amatller, de inspiración gótica y obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch y es colindante con  La Casa Batlló,  que Gaudí construyó entre los años 1904 y 1906 y cuya decoración y ornamentación corrió a cargo de los mejores profesionales de la ciudad: Josep Mª Jujol, Joan Rubió i Bellver, Sebastià Ribó y los hermanos Badia, entre otros.  La Casa Lleó Morera fue realizada entre 1902 y 1905 por Lluís Domènech i Montaner.
 
No me queda del todo claro si el nombre de este conjunto de edificios corresponde a la polémica suscitada en su día por lo recargado de su arquitectura o si hace referencia a la leyenda mitológica de El Juicio de Paris (el hijo del Rey de Troya) quien tuvo que elegir, entre tres reinas, a la más bella para entregarle la manzana de oro que tiró al suelo Eris (la diosa de la Discordia).
Por supuesto, aquí no tenemos que elegir, tan solo quería compartir algunas de las fotos que hice hace unas semanas y en especial la de los dos edificios colindantes,  con evidentes contrastes entre ambos arquitectos modernistas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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