"Si haces un jardín de cuatro estaciones, tienes que aceptar la decadencia y ver la belleza de ella. Hablo de textura y forma, las cabezas de semillas y los esqueletos. Así que en lugar de usar las tijeras usa tus ojos” Piet Oudolf.
Los ojos de Piet Oudolf no han dejado de buscar plantas,
de probar, de ensayar e “inventar”, porque Piet Oudolf es paisajista de profesión, pero, sobre todo, un buscador de plantas de corazón y de
acción. Nunca un jardín ha estado tan determinado por las plantas, hasta el
punto de dar valor a todo su ciclo vital. Nunca el color fue tan diferente y la
estructura tan determinante. Nunca una “mala hierba” fue mejor tratada. Algunas
plantas ignoradas recuperaron su protagonismo gracias a Piet Oudolf.
¿Cómo podríamos resumir la forma de trabajar los jardines
de Piet Oudolf? Es difícil y, por supuesto, tarea de expertos. Además es
extenso, cronológicamente hablando, porque para hablar del estilo bautizado como New-Wave Planting habría que remontarse a finales del S.XIX
y principios del S.XX , cuando el respeto y veneración por la naturaleza empezó
a definir lo que, posteriormente, sería el estilo de jardín de campo inglés,
con William Robinson a la cabeza del movimiento de Arts & Crafts.
Pero tampoco es imposible hacer un pequeño esbozo que marque
las ideas básicas con las que empezar a mirar y entender los jardines, públicos
y privados, de Piet Oudolf. Para captar la esencia de su trabajo, es una buena idea visitar su propio jardín. Ese jardín que creó como laboratorio. El origen
de todo. El corazón de su obra. La razón de ser de su éxito y, por supuesto, la
envidia de muchos. Un jardín que posteriormente se convertiría en vivero de producción, donde han sido bautizadas más de setenta nuevas variedades. Lo empezó a crear en
1982 y supuso su primer contacto con las plantas, con las que lleva más de tres
décadas investigando y trabajando, y cuyo esfuerzo ha dado como fruto todo un
repertorio de especies, principalmente herbáceas de hoja perenne (vivaces). Las
100 plantas favoritas de Piet Oudolf las podéis ver aquí.
Pues dicho y hecho. Nos trasladamos hasta Hummelo, en
Holanda, porque es allí donde Anja y Piet Oudolf tienen ese jardín privado. Las
fotos -gentileza de Adam Woodruff y realizadas hace un mes- nos ayudarán a
ponernos en situación. Estamos en Otoño y vamos a mirar las plantas con lupa y
el jardín con nuestros propios ojos. Veremos si cada planta elegida es la correcta y esta plantada en el lugar adecuado.
Conociendo a Piet Oudolf:
¿Jardines naturalistas o jardines formales?
Una mezcla de ambos. Esa es su marca. Plantas con
apariencia de silvestres y elementos “robados” de los jardines formales. Las
praderas se convierten en plantaciones con infinidad de posibles combinaciones de herbáceas perennes (algunas de hoja caduca,
pero principalmente vivaces) y gramíneas ornamentales. Son todas plantas de las que hoy en día se dispone de
un gran número de cultivares y variedades, y que se acercan a los colores y la textura de
las plantas silvestres, configurando ese pretendido esquema naturalista. Pero
eso no significa que el jardín prescinda de una estructura formal, lo que
sucede es que esa estructura se aligera trabajando los relieves. Las líneas
curvas ayudarán a imitar la naturaleza. El resultado final es que se funden
ambos estilos creando un efecto de continuidad. La naturaleza siempre está
presente.
¿Color o textura?
Ambos, también, pero la textura cobra protagonismo y dirige
el diseño. El color amplía su paleta con tonalidades de rojo y marrones (casi
negro) antes impensables en el jardín y es, además, la herramienta que sirve
para crear ese efecto de ola y movimiento característico de este tipo de
jardines naturalistas o esos jardines en capas que comentaba aquí sobre Sarah Price. En esa textura, las cabezas florales asoman descaradas,
cuando están en flor o secas.
Ambos, por qué no. Aunque existan algunas reticencias en
cuanto a la posibilidad de introducir especies potencialmente invasoras, el
abanico de posibilidades en la elección de especies es infinito y, por lo
tanto, siempre existe la oportunidad de elegir aquellas que sean sostenibles y
respetuosas con el entorno en el que vayamos a introducirlas, sin tener que
renunciar por ello al diseño.
¿El paso del tiempo importa?
Sí mucho. Es determinante buscar el interés de las plantas
a lo largo de su ciclo vital, lo que no significa que siempre nos vaya a
ofrecer el color verde o flores frescas. La magia está en saber proyectar toda
la paleta de colores y texturas que nos puede ofrecer determinada planta a lo largo
de las cuatro estaciones, como ya indicaba en esta entrada. Por lo tanto, de las
plantas no solo nos va a interesar su momento de esplendor, sino también su
forma de morir. El mismo confiesa que ha dedicado más de tres décadas a
experimentar en la búsqueda de aquellas plantas que no solo sabían vivir, sino
también las que sabían morir. Ahora tiene una buena selección de plantas con
interés durante todo el año.
Sí, claro que sí. También apuesta por ellos, porque
brindan la oportunidad de dar los primeros toques de color al jardín, cuando ya
se empiezan a añorar tonalidades más vivas.
¿Necesitan mantenimiento?
Claro que sí. Todos los jardines necesitan, en mayor o
menor medida, cuidados y mantenimiento. Pero, como es lógico, habrá determinadas
tareas que se simplifican, bien porque algunas de las especies incluidas no
requieren apenas cuidados o bien, porque vamos a reducir el número de veces que
utilizaremos las herramientas de jardín para mantener su estructura. Pero tarde
o temprano hay que hacerlo, está claro.
¿Existen reglas?
Sí, pero Oudolf anima a que sea cada jardinero quien experimente
con las plantas, para conocerlas bien y averiguar en qué tipo de jardín funcionan
mejor. Ese conocimiento profundo de las plantas le llevará a crear sus propias
reglas.
¿Esculturas en el jardín?
Por supuesto, son una buena ayuda cuando la vegetación no esté en su mejor momento. Constituyen espacios que sabemos de antemano que siempre van a estar ocupados y nos permiten jugar con ello.
¿Qué pretende conseguir con sus jardines públicos?
Todo indica que se trata de conectar emocionalmente con la
naturaleza y, si hablamos de un entorno urbano, conseguir ese efecto supone
lograr un vínculo con la naturaleza estando en medio del asfalto. Esto es,
sin lugar a dudas, todo un logro. High Line
y Lurie Garden son algunos de esos ejemplos. Pero en su sitio web podemos ver
todo un repertorio digno de admirar.
¿Qué pretende conseguir con sus jardines privados?
Exactamente lo
mismo, pero en este caso el entorno suele ser más amigable y, lógicamente, resulta mucho más sencillo conseguir ese
esquema naturalista. También aquí se pueden ver esos ejemplos.
¿Cuál es el último jardín que ha diseñado?
El jardín en Hauser & Wirth que que comenté en esta entrada y
del que os hablaré mañana.
¿Se puede visitar el jardín de Anja y Piet Oudolf en
Humello?
Actualización: desde el otoño de 2018, Hummelo ya no recibe visitas.
Fotos ©Adam Woodruff & Associates