Jardines Jardines muy privados

Jardines muy privados. Mi jardín, mi paraíso

“Mi profe dice que los duendes no existen”. La miré muy seria y le dije: “Bueno, es que tu profe no tuvo la suerte de conocerlos”.



El duende dueño de su jardín

Ese texto, extraído del blog de Maruxa, Mi jardín, mi paraíso, muestra un relato, una de esas miles de historias que nos suele contar, y en esta ocasión la entrada (El duende del jardín, 24 noviembre 2012) hace referencia a sus nietas.


Pastora y Elena creen en los duendes. Con sus 5 y 3 años estrenan la vida. Cuando llegan al jardín se cogen de la mano y ligeras se acercan al lugar secreto donde el duende dueño de este jardín – un ser bueno y amable – deja sus pequeños regalos: a veces un caramelo, otras veces un lápiz…

Su jardín, su paraíso y sus relatos

Cuando comenzó a escribir en su blog, en 2009, su jardín ya estaba creado y su propósito era intercambiar impresiones con personas aficionadas a la jardinería y muy especialmente a las rosas.

Entrar en el blog de Maruxa te permite, no solo conocer su jardín, sino también escuchar a los pájaros y a ella misma cuando nos relata vivencias.


Querido cuco: siempre me dijeron que no puedes cantar si los robles no tienen hojas, aún tardarán algunos días en brotar y por ello no podemos oír tu canto de alegría, pero me sentí muy feliz al poder contemplar tu fuerte y decidido vuelo. Un año más te doy la bienvenida


Sus rosas

Una vez dentro de su jardín, la imaginas sentada, observando mientras observas; y esperando a que te sientes para comenzar a contarte una historia nueva o simplemente expresar su pena o alegría, casi siempre relacionada con alguna planta o elemento del jardín y muy especialmente, de las rosas.

Las rosas le apasionan, pero confiesa que no tiene espíritu de coleccionista, sino que tan solo persigue usarlas, dice, “como complemento de armonía y belleza en mi jardín”. Lo que sucede que la amplia variedad de selecciones en función de la forma, color o floración le han permitido ir disfrutando a lo largo de los años de un gran número de variedades.



Maruxa entiende de rosas (y mucho), pero también de otras plantas; de jardines y de la vida. Cuando lo mezcla todo, su jardín se hacen tan especial, que hasta se puede ver cómo los duendes juegan en él -a las hadas no, porque “…Las hadas vivían en el monte, en los grandes árboles”-.

Últimamente, confiesa, sus rosas no están en su mejor momento, dice que sus rosales no están sanos y una inoportuna alergia no le permite utilizar los productos que serían efectivos para tratarlos. Eso hace que su ánimo para jardinear decaiga.  Es lo que tiene el jardín (como la vida) en ocasiones agota y deja fuera de juego. Pero seguro que esta primavera nos muestra, un año más, un jardín mágico, con las plantas que sea, pero siempre en ese entorno maravilloso. De eso se encargará, con toda probabilidad, el “duende dueño del jardín”. 

Estamos en Galicia y Maruxa hoy nos invita a dar un paseo por Mi jardín, mi paraíso a lo largo de estos últimos años.

 

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