No es un pazo
más, es el Pazo do Faramello, o como diría la escritora gallega Emilia Pardo
Bazán " Pazos hay muchos, el del Faramello es único". Hoy visitamos un pazo
atravesado por el Camino de Santiago.
Dicen que se
deja atrás cualquier sonido que no sea el de la naturaleza en todo su esplendor
y agua nos acompañará desde el inicio de nuestra visita.
Pazo
do Faramello
Estanques,
piscinas, fuentes, canales, pozas naturales… la piedra, como no, y el agua, en
perfecta armonía. Una sosiego que vamos a sentir en lo entonces fue una fábrica
de papel, un papel, por cierto, que se considera que fue el mejor que se
fabricó en Galicia. De hecho, fue el único que lució la Corona Real.
Pero volvamos
a la actualidad. El pazo ocupa una superficie de dos hectáreas. Dos terrazas sobre la fragua permiten
disfrutar de los jardines franceses decimonónicos. Las cascadas naturales del
río, truchero y cristalino, que corre en paralelo al Camino de Santiago, son un
buen lugar para hacer un alto en el camino. También podemos pasear por antiguos
viñedos, entre los que se intercalan 50 especies de árboles frutales.
Los muros centenarios en torno al pazo esconden una
terraza barroca de puro estilo compostelano.
El Pazo do
Faramello es un edificio de comienzos del siglo XVIII de estilo barroco
compostelano civil, con marcadas influencias italianas que delatan el origen
genovés de su fundador, el Marqués de Piombino. Se sitúa en Rois, en la
provincia de La Coruña. La finca abarca una superficie de 126.000 m2 y el
edificio principal supera los 2100 m2.
Pazos hay
muchos, pero este es el Pazo do Faramello. Si no lo conocíais, espero que os
guste.
Fotos | Pazo do Faramello