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Jardines en otoño. Castillo Dennenlohe en Baviera

El conocido como “turismo de jardín” casi siempre lleva implícito el interés en buscar nuevas ideas y tendencias que puedan trasladarse después al propio jardín.
 
En ocasiones son rarezas botánicas lo que más interesa, en otras el diseño y complementos, pero, independientemente de que se encuentre lo buscado, aquellos jardines que se incluyen en la lista de destinos atractivos para turistas con esas inquietudes, han sido previamente seleccionados porque, independientemente de gustos, son dignos de conocer.

 

Castillos, jardines y plantas
En Europa existen muchos destinos para ejercer “turismo de jardín” que pueden ayudar a conocer numerosas especies, más o menos exóticas, y casi siempre novedosas. Variedades y cultivares que funcionan bien en determinadas regiones y que podemos trasladar después a nuestro ambiente. 

También se pueden encontrar jardines que sirven para descubrir cómo funcionan determinados estilos, clásicos y no tanto. Combinaciones y tendencias que en ocasiones sirven de inspiración.

Para lograr esos objetivos, uno de los países preferidos es, sin duda, Reino Unido, pero hay otros muchos lugares repartidos por diferentes países donde nos esperan jardines en los que podemos buscar ideas que refrescan nuestra mente e incluso la abren a un sinfín de posibilidades.

Hoy quería mencionar uno de esos posibles destinos, un castillo situado en Baviera, el mayor de los dieciséis estados federados de Alemania, y sus jardines, jardines de los que mostraba hace unos días una imagen (ver más aquí: Foto del día: sauce, puente y no es el jardín de Monet en Giverny).





Tal y como comenté en su momento, la foto donde aparecen el puente y los sauces estaba hecha en los jardines del Castillo Dennenlohe y ese es el lugar que visitaremos hoy, gracias a las fotos de Sergey Karepanov. Se trata de uno de esos alojamientos cuyos huéspedes buscan no solo un lugar privilegiado donde hospedarse, sino también la posibilidad de conocer y pasear por sus diferentes espacios ajardinados.

 
Uno de los más bellos conjuntos barrocos de Baviera, con un parque de rododendros y jardines paisajísticos
 

El Castillo Dennenlohe, considerado uno de los más bellos conjuntos barrocos de Baviera, fue construido en 1734 y en él destacan el parque de rododendros de 26 hectáreas (el más grande en el sur de Alemania) que rodea el castillo; y las 25 hectáreas de jardines paisajísticos.

Uno de los atractivos para los posibles visitantes es saber que, desde 1990, su actual propietario, el Baron Süsskind, pasa casi todos los días en su jardín y el 99 por ciento de las plantas que pueden verse allí las ha plantado él mismo.

3 áreas y 10 jardines
Entre los proyectos para los próximos años, está la ampliación del parque en 15 hectáreas, lo que conllevará nuevas ideas jardineras. El parque de Dennenlohe se divide en tres áreas:
• El Parque de Rododendros. Es el plato fuerte de esos parques, y está reconocido como un jardín botánico, debido a su diversidad de plantas. Alberga miles de plantas, entre las que se incluyen 500 rododendros y azaleas, así como colecciones de Lillium, Magnolia, Helleborus, Hosta, Iris y Hemmerocallis.
• El Jardín Paisajístico, que consiste en un mosaico de paisajes tradicionales, tanto cultivados como silvestres. Todavía en construcción, tiene previsto continuar evolucionando y creciendo, y la finalización de todo el proyecto está prevista para 2020. En los diferentes espacios que componen esa área,  se combinan los principios del paisajismo con las consideraciones ecológicas propias del siglo XXI.  Un jardín que combina ocho tipos de paisajes completamente diferentes. Sin embargo, tienen como denominador común que no muestran un paisaje ordenado típico de las postales, sino que está atractivamente modelado con un aspecto silvestre, lo que ha proporcionado un ambiente natural propicio para la protección de especies amenazadas de flora y fauna.
• El jardín privado, que solo abre ciertos días al año, ofrece un sorprendente Jardín Persa, arroyos y, para hacer un alto en el camino, el café L’Orangerie. La ruta puede continuar en el jardín inglés o en el jardín de rosas del castillo.
 
Mientras decidimos si es o no nuestro destino turístico perfecto, vamos a echar un vistazo a algunas de la fotografía que nos invitan a imaginar que estamos paseando en otoño por los jardines delCastillo Dennenlohe.  

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