Que un jardín lo hacen sus
plantas, lo dice también el invierno. Aparentemente, parece que los jardines
descansan en esa estación, que todo se detiene, pero la realidad nos hace ver
que la fiesta, de algún modo, continúa.
Las tonalidades rojizas que comenzaban en el otoño, tienen continuidad durante el invierno. Frutos rojos que brindan la oportunidad de disfrutar del color y textura en el jardín, al tiempo que se convierten en un festín para aves y otra fauna silvestre. También dan vida al jardín esas hojas que han caído, alfombrando de diferentes tonalidades los caminos, del mismo modo que lo hace después la desnudez que trae el viento frío que todo lo barre, dejando un paisaje realmente evocador que difícilmente pasa desapercibido.
Si el diseño de plantación del
jardín está hecho con la intención de disfrutarlo a lo largo de las cuatro
estaciones del año, suele incluir especies que claramente facilitan ese
propósito. Es habitual encontrar ejemplos y observar imágenes, que dan fe de ello.
Escenarios que muestran bellísimos paisajes durante el invierno.
Pero no todos son iguales,
como no son iguales los gustos, y siempre hay algún jardín que nos atrae de un
modo especial. En mi caso, un ejemplo es RHS Harlow Carr, uno de los 5 jardines
de la Royal Horticultural Society (RHS), en Reino Unido. Está ubicado en Harrogate,
North Yorkshire, y no es nuevo en este blog. Ya he hablado de ese jardín en
varias ocasiones, la primera, precisamente, para mostrar imágenes durante el
invierno y comentar la planta del mes, que en ese momento era Sarcococca hookeriana. Posteriormente,
he compartido imágenes de un Harlow Carr absolutamente veraniego, colorido y bellísimo (ver aquí);
y más recientemente, el pasado otoño, veíamos cómo diferentes especies y variedades de margaritas llenaban de alegría y color el comienzo de la estación otoñal en ese jardín
(ver más aquí).
Hoy regresamos a Yorkshire para visitar allí, de algún modo, RHS Harlow Carr. Las plantas que me
gustaría destacar vienen vestidas, principalmente, de rojo; y la información la he
obtenido en la revista que publica mensualmente la Royal Horticultural Society.
Paseo de invierno en el jardín
En Harlow Carr, el paseo de invierno
-Winter Walk- se creó hace 10 años y hoy en día regala vivos colores, pero también tonos grises que vienen de
plantas como Brachyglottis, que proporciona el aspecto de paisaje helado,
incluso en los días más cálidos del invierno. Frente al gris, los tonos rojos
de las ramas de algunas especies y variedades de Cornus, como Cornus Sanguinea
‘Midwinter fire’, algo así como fuego para caldear las temperaturas en pleno invierno y cuyo color contrasta con la blanca desnudez de árboles como el Abedul del Himalaya, Betula utilis var. jacquemontii, situados en las líneas de las borduras.
Pero si hay algo que ofrecen
las distintas especies de Cornus en invierno, es la diversidad de tonalidades,
aparte del color rojo. Casi en negro,
por ejemplo, se presentan las ramas desnudas del Cornus Alba ‘Kesselringii’, que en este jardín ofrece un espectacular
contraste con las tonalidades rojizas del Acer
Pensylvanicum ’Erythrocladum’ y los arcos de color amarillo que forman las
ramas del Salix x supulcralis var. chrysocoma.
No he podido evitar mostrar
también la fotografía que hace unos días resultó elegida por “votación popular”, para
ilustrar la cabecera de la página de Facebook de RHS, un bellísima imagen, tomada en el jardín de Harlow Carr, de los
frutos de un cultivar ornamental de manzano silvestre (Malus 'Evereste'), que las heladas propias de esta
estación no han hecho más que embellecer.

El sol de invierno, las heladas y las plantas se combinan mágicamente y dan color y textura a un gran jardín, haciéndolo especialmente atractivo en esos meses en que el frío parece querer
congelar todo, incluso el paso del tiempo y la Navidad.
Fotos © RHS