Me gusta, no me gusta. Ese
dilema es cada vez más frecuente cuando vemos en el jardín plantas que continúan
floreciendo, aunque su "fecha de caducidad" haya vencido. No es bueno, claro que
no. Es una alegría para la vista, pero también es una advertencia sobre los efectos negativos del cambio climático causado por la actividad humana.
El pasado mes de junio hablé del género Coreopsis y algunos de sus híbridos, que han dado como resultado una amplia gama de colores y hábitos de crecimiento. Tenéis más detalles aquí ► Plantas que florecen en verano y atraen polinizadores: Coreopsis.
Sí, ese título anunciaba alguna de las
cualidades de una serie de plantas de la familia Asteraceae (la misma familia que las admiradas y variadas margaritas o daisy) que estaban aguantando con estoicismo los rigores de un verano
seco y muy caluroso. Y lo hicieron hasta el final. De hecho, continúan, porque nada ha impedido que sus flores todavía asomen, del mismo
modo que no han dejado de desarrollar nuevos botones florales. Estamos a
mediados de noviembre y todo hace pensar que van a continuar así, al menos, lo
que queda de mes. No se dan por aludidas, y es lógico. En esta zona, el otoño todavía no
acaba de aparecer. Es preocupante, cierto, aunque no podamos evitar admirar la
belleza de esas flores, incluso cuando el calendario nos indica que nos vamos
acercando al invierno y que pronto estaremos enredados con los preparativos navideños.
Coreopsis hybrid
‘Salsa’
Los cultivares de Coreopsis
que se encuentran en el mercado suelen producirse por el cruce entre especies
como Coreopsis latifolia, C. mayor, C.
palmata, C. rosea o C. verticilata; con especies como Coreopsis auriculata, C.
falcata, C. grandiflora y C. lanceolata.
La forma anual de Coreopsis es Coreopsis tinctoria, con flores bicolor amarillas
y rojo oscuro. Entre sus principales cualidades, destaca la capacidad de atraer polinizadores, así como lo usos como planta tintórea, puesto que de sus flores se obtienen tintes naturales (amarillo a naranja y rosa).
Originalmente nativa de las Grandes Llanuras y el sur de los Estados Unidos, también se ha hibridado para producir plantas que son más compactas, floríferas y coloridas que sus parientes silvestres.
Originalmente nativa de las Grandes Llanuras y el sur de los Estados Unidos, también se ha hibridado para producir plantas que son más compactas, floríferas y coloridas que sus parientes silvestres.
De todo ese universo de
cultivares disponibles hoy os quería presentar una variedad realmente florífera, Coreopsis hybrid 'Salsa', un híbrido de
Coreopsis tinctoria. Se trata de plantas de porte compacto que alcanza unos 40
centímetros de altura. Sus flores bicolor amarillas y rojas, de unos 2,5 cm de diámetro,
pueden recordarnos a Coreopsis ‘Cha Cha Cha’. Sin embargo, la parte roja
central de la flor es más grande en la Coreposis ‘Salsa’.
Florece a partir de mayo,
antes que la mayoría de otros cultivares. Se supone que esa floración no cesa
hasta septiembre, especialmente si nos ocupamos de cortar las flores secas en
la base del tallo floral durante la temporada estival. En realidad, esa
floración continúa a lo largo del otoño y, tal y como he comentado al inicio,
parece que será así durante toda esa estación.
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