Valtheimia bracteata | Foto ©  Kew Gardens

 

Conocida comúnmente como lirio de bosque, Veltheimia bracteata es una planta bulbosa de aspecto tropical que se desarrolla mejor en jardines de sombra o áreas de semisombra, y florece en invierno, desde diciembre hasta principios de la primavera, produciendo inflorescencias en forma de espiga que en cierto modo evocan a las de Kniphofia.

Sudáfrica tiene una asombrosa variedad de bulbos en varias familias de plantas (la mayor cantidad de especies de cualquier país del mundo), y muchos de estos se cultivan con éxito en jardines de todo el mundo. Una de ellas es Veltheimia bracteata, nativa de áreas boscosas y de la vegetación de matorral costero en la Provincia del Cabo Oriental de Sudáfrica.

Veltheimia es un pequeño género de la familia Asparagaceae con solo dos especies, V. bracteata y V. capensis. Ambas especies son variables y, a menudo se confunden, ya que no se distinguen fácilmente con respecto a los caracteres florales. Sin embargo, difieren en el tiempo de floración, así como en su distribución y hábitat. Veltheimia bracteata recibe lluvias tanto en invierno como en verano, a diferencia de V. capensis, que se distribuye más al oeste, en la región de lluvias invernales.

Foto © Ken Blackford

 

Veltheimia bracteata es una planta perenne bulbosa de hasta 45 cm, que forma una roseta basal de hojas brillantes con los márgenes lobulados y a menudo rizados. Las inflorescencias recuerdan mucho a las de la Kniphofia, aunque les falta su altura. Se presentan en racimos de flores tubulares en forma de espigas terminales sobre tallos robustos y erguidos de color púrpura.

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El color de la flor suele ser rosa, desde rosa pálido o rosa lavanda hasta rosa intenso o rosa coral, pero también hay formas de color amarillo pálido o amarillo verdoso, además de blanco. Se producen entre diciembre y abril en los bulbos de al menos 3 años. Esa vistosa floración dura aproximadamente un mes.

Foto © Longwood Gardens
Foto © Longwood Gardens

Los bulbos maduros desarrollan bulbos secundarios, que después de un tiempo permiten que se forme una buena población.

Las plantas están en crecimiento activo durante los meses de invierno y entran en letargo en verano, entre julio y agosto. Durante este período, su follaje se seca y desaparece por completo y reaparece en septiembre.


Cultivo en el jardín (y en el hogar)

Los orígenes subtropicales de Veltheimia nos dan la pista de que le gustan los climas templados, donde puede comportarse como siempreverde si no hay heladas. No obstante, si queremos plantarlo en suelo, es bueno saber que el bulbo puede tolerar hasta -5º C.

Si no queremos arriesgarnos a plantarlos en el suelo, Veltheimia crece muy bien en macetas, por lo que es una buena opción que nos permitirá tenerla más protegida en la terraza o en el patio, e incluso, podemos cultivarla en el hogar como planta de interior.

Si la plantamos en el exterior, hay que tener en cuenta que se desarrolla bien en jardines de sombra o en áreas con semisombra. Además, es una planta ideal para formar grupos bajo la sombra de los árboles, con una buena luminosidad, pero sin la acción del sol directo.

Valtheimia bracteata ‘Rosalba’ | Foto © Karl Gercens
Foto bunnys_eye

Los bulbos deben plantarse en otoño, a poca profundidad y con las puntas expuestas. Requiere un suelo bien drenado, de pH neutro a ácido y rico en materia orgánica.

Crece en áreas donde recibe lluvias en invierno y en verano, lo que nos indica que no le gusta la sequía y será necesario aportar riegos regulares salvo en el periodo de reposo.

Sus principales enemigos son los caracoles y babosas, que pueden dañar las hojas. Por lo demás, suele ser una planta libre de plagas.

Se multiplica por división de bulbos cada 3 o 4 años, por tallos nuevos y por hoja. También se puede propagar por semillas, que se almacenan en cápsulas largas e infladas en la planta y se pueden cosechar cuando estas vainas se secan y sembrarse en otoño. Este método es fácil, pero mucho más lento, lo que requiere nuestra paciencia. 


En cualquier caso, no hay que olvidar que las nuevas plantas no florecerán hasta pasados 2 o 3 años. A partir de entonces, sus flores nos acompañarán en los días más fríos del año. ¿Quién ha dicho que en invierno no hay color?

Foto © James Gaither 
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