cine y jardin Rosas

Entre Rosas: ‘la vida sin belleza no es nada’ ¿vamos al cine?

Campo de cultivo de rosas en Francia
Película «Entre Rosas» (La Fine Fleur). Pierre Pinaud

 

Eve creaba las rosas más famosas del mundo, pero ahora está pasada de moda, un poco amargada y con una empresa al borde de la bancarrota. Vera, su fiel asistente, no puede dejar que lo que lleva defendiendo toda la vida desaparezca sin más y “contrata” a tres personas que provienen de un programa de inserción social para evitar caer en las garras de un codicioso empresario del sector. Con todas las ganas del mundo y muy pocas habilidades en jardinería, ponen en marcha un plan loco, pero brillante, para cambiar el destino del negocio familiar.

 

Esa es la sinopsis de Entre Rosas, la película dirigida por Pierre Pinaud que se estrena en salas de cine españoles el próximo 22 de octubre. Una historia de «David contra Goliat» en clave de comedia, donde la búsqueda y necesidad de la belleza en nuestras vidas se cruza con una amistad singular, a priori imposible.

 
¿Por qué una película sobre las rosas?

 
El amor por las flores de Pierre Pinaud viene de lejos “Tenía unos once años cuando mis abuelos nos ofrecieron a mi hermano y a mí un rincón de su jardín, dándonos carta blanca para hacer lo que quisiéramos allí. Tener un pedazo de tierra propio cuando eres un niño… ¡qué regalo tan maravilloso! Inmediatamente comenzamos a imaginar y diseñar nuestro jardín ideal, un jardín como una especie de Edén”.

 
Cartel película Entre Rosas
Pero la curiosidad por el mundo de las rosas llegó más tarde, cuando supo por casualidad que la hibridación y cultivo de rosas era un especialidad francesa, como lo era el perfume. También descubrió que, de los aproximadamente cuarenta creadores de rosas que aún existen hoy en día en todo el mundo, más de veinte son franceses, muchos de los cuales tienen su sede en la región de Lyon
 
Su creciente interés le llevó a investigar todo lo que tenía que ver con el mundo del cultivo industrial de las rosas, un universo en el que curioseó y, poco a poco, fue averiguando que la creación de estas flores no es una cuestión de azar, sino que se basa en una selección muy minuciosa: se toman los mejores «padres» (estambres) y «madres» (pistilos), aquellos con características notables en cuanto al color, por ejemplo, o la resistencia a las enfermedades, o el perfume, y se «casan» (se hibridan) con la esperanza de que su apareamiento dé lugar a variedades dignas de ser presentadas en concursos. Así de claro lo explica Pierre Pinaud.

Descubriendo las rosas, su creación y cultivo industrial

Después vendría su propio entrenamiento personal. “Primero continué aprendiendo sobre rosas, pero esta vez en el sitio. Fui a ver a los creadores para sumergirme en su trabajo. “Visité pequeñas y excelentes empresas familiares, como Maison Dorieux, cuya producción artesanal es de alta calidad, pero que sufre con la competencia de establecimientos más grandes donde las rosas se «fabrican» de forma casi industrial, no solo aquí en Francia sino también en el extranjero en países como China o Bulgaria donde la mano de obra es más barata. Y luego quise entender cómo el primero intenta sobrevivir frente al segundo”. Ahí se encuentra el hilo conductor de la película. 

mujer hibridando rosas
 
Pero Pinaud también asistió a concursos para medir el impacto de un premio en la ‘carrera’ de una nueva variedad y, en ese ir y venir, trató de entender por qué las rosas despertaban tanta pasión. Pronto descubrió que, en mayor o menor medida, todos los productores, creadores y entusiastas, sin excepción, perseguían un sueño de belleza: encontrar un día una flor aún más magnífica, más deliciosamente fragante que las anteriores.

hibridando rosas, fotograma de la película "Entre Rosas"

La película se rodó en La Maison Dorieux, una pequeña empresa familiar ubicada en Montagny, en el corazón de las colinas vírgenes de Roanne, pero tuvieron que reelaborar la estética de los edificios, recrear los invernaderos y repensar los interiores según la puesta en escena. No era temporada de rosas, porque el rodaje se realizó en septiembre y octubre, aunque parece ser que hubo algo de suerte porque fue un año bueno y muchas de los rosales todavía estaban en flor, pero no en la cantidad suficiente, por lo que fue necesario comprar rosales que replantaron y colocaron en los invernaderos el día del rodaje. Todo un reto a nivel logístico para el equipo de arte, que salió airoso de esa situación un tanto estresante.

Siempre entre rosas

He visto el pase de prensa y puedo afirmar que es una de esas películas que te hacen salir del cine con una sonrisa y la grata sensación de pensar que, en esas duras luchas entre David y Goliat, no siempre gana el más fuerte y en ocasiones el corazón vence a la razón. Una historia cálida, con toques de humor inteligente y alguna que otra “escena de acción”; una película para disfrutar, que, en los tiempos que vivimos, es algo que cada vez se valora más.

La película arranca en el Concurso internacional para rosas nuevas de Bagatelle, una competición internacional de nuevas variedades de rosas, que se celebra anualmente en junio en el Parque de Bagatelle en el Bois de Boulogne en París. 

 
Invernadero de cultivo de rosas y regadera
 
De ahí nos traslada a los campos de cultivo de la protagonista y a partir de entonces no dejaremos de estar entre rosas durante toda la película, un lujo, la verdad. Eso sí, los expertos roseros no deben esperar encontrarse con contenidos eruditos, tal vez, incluso, puedan apreciar alguna imprecisión que se escapa al resto de los mortales. Pero es que el fin no es instruirnos, sino trasladarnos a un mundo donde los sueños a veces se truncan, pero tal vez con una buena dosis de obstinación y el apoyo y amistad de un buen equipo (no importa lo peculiar que sea) se puede conseguir la cara buena de la moneda. En este caso, son muchos los sueños, pero el objetivo final tiene nombre de rosa.
 
Una bella historia para ver solos o en compañía, pero si es en una sala de cine mucho mejor, porque la luz en algunos de los planos generales bien merece ser apreciada en la gran pantalla. Mientras llega la hora del estreno, os sugiero que visitéis los próximos días el perfil de Instagram del blog (@latabla_blog), porque habrá alguna que otra sorpresa que tal vez os pueda interesar. 
 

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