Jardines Históricos

‘Crinkle crankle walls’, los inusuales muros serpenteantes de algunos jardines históricos

‘Crinkle Crankle walls’ o ‘Serpentine Wall’. Muro ondulado o serpenteante en la Universidad de Virginia, Estados Unidos | Foto: Wikipedia

Los muros ondulados o serpenteantes son conocidos en Inglaterra como crinkle crankle walls y en Holanda como slangenmuur, y hacen referencia a un tipo inusual de muro de ladrillo, estructural o de jardín, construido con una línea con curvas alternas convexas y cóncavas. Un diseño con el que se consigue que el muro sea estable, sin necesidad de construir contrafuertes y con solo un ladrillo de espesor.

Parece ser que estos muros sinusoidales aparecieron ampliamente en la arquitectura del Antiguo Egipto. Ya en la Edad Moderna, encontramos ejemplos en Europa que todavía se mantienen en buen estado y nos trasladan a mediados del siglo XVII en Inglaterra, concretamente en la región natural de marismas de Inglaterra oriental conocida como Los Fens, donde fueron drenados los terrenos, dando como como resultado una región agrícola hundida, plana y húmeda. Para transformar esa región en campos de cultivo contrataron, como no podía ser de otra manera, a ingenieros holandeses, al fin y al cabo, son expertos en todo lo que tiene que ver con el drenaje de llanuras costeras.

Muro serpenteante (crinkle crankle wall) en Suffolk, Reindo Unido | Foto: Esther Simpson

Pero esos ingenieros holandeses no solo instalaron el sistema de drenaje y riego, sino que también levantaron muros de ladrillo con un diseño muy diferente a lo que solía verse en Inglaterra, ya que los muros de la época perseguían la simplicidad y solían estar construidos en línea recta y, además, tenían dos ladrillos de espesor para que tuvieran mayor estabilidad. Sin embargo, el diseño holandés tenía solo un ladrillo de espesor y, para proporcionarle estabilidad, no se construyó como una línea recta, sino con curvas alternas convexas y cóncavas que brindaban estabilidad y lo ayudaban a resistir las fuerzas laterales, sin necesidad de contrafuertes o pilares.

Muro serpenteante (crinkle crankle wall) en Vann Garden, Surrey, Inglaterra | Foto: wimbledonian

En este punto es donde todo el mundo se plantea si la razón por la que se comenzaron a construir estos muros ondulados o serpenteantes es estética o práctica. Supongo que ambas. Tienen un diseño llamativo e interesante, que destaca con respecto a otros muros comunes y, a pesar de dar la apariencia de ser un muro más caro de construir, el ahorro que supone el número de ladrillos empleados (la mitad) lo explica todo.

Pero, además de suponer un menor coste en materiales, lo cierto es que también se utilizaban con fines agrícolas para aumentar la productividad de los cultivos, ya que, en estos muros serpenteantes también se aprovechaban los recodos como lugares protegidos donde cultivar plantas y arbustos sensibles al viento. De este modo, se tenía mayor control sobre la luz solar en los cultivos, especialmente de frutales, y si el muro serpenteante se colocaba en el sur, se podía crear un microclima donde era posible plantar, por ejemplo, arbustos subtropicales. 

Slangenmuur, Huis te Manpad, Heemstede, Paises Bajos | Foto: don oppedijk
Muro ondulado o serpenteante en la finca Hilverbeek, Paises Bajos | Foto: pieter musterd
Muros serpenteantes (‘slangenmuur’) en Schaepenburgh, Wijdemeren, Paises Bajos | Foto: Henk van der Eijk

En los Países Bajos, estos muros son conocidos como slange muur y se construyeron, especialmente en el siglo XVIII, en fincas, haciendas y castillos. Entre ellos, destaca el muro serpenteante de 120 metros de largo que se encuentra en el castillo de Zuylen en Maarssen, y que fue construido por Jan David Zocher en 1841 cuando se rediseñó el jardín formal.

En Inglaterra, se pueden ver los crinkle crankle walls en East Anglia y hay al menos otros cincuenta ejemplos en Suffolk, el doble que en el resto del país. Uno de los primeros ejemplares que quedan en pie hoy en día, y se cree que el más largo de este tipo, se encuentra en la ciudad de Easton, con un muro que va desde la antigua casa solariega hasta la Iglesia de All Saints.

Muro serpenteante (crinkle crankle wall) en Bramfield, Suffolk, Reindo Unido | Foto: jpotto
Muros serpenteantes (crinkle cranle walls) en Shackleford garden safari, Surrey, Reino Unido | Foto: Mark

En Estados Unidos, el ejemplo más famoso de muros serpenteantes se encuentra en la Universidad de Virginia, cuyo campus fue diseñado por Thomas Jefferson, abogado, arquitecto y tercer presidente de los Estados Unidos. Se supone que Jefferson eligió ese diseño por su economía y parece que hay pruebas gráficas de los cálculos que hizo en su día. Hay quien sostiene que eligió ese diseño con el fin de ocultar a los esclavos del público, pero también se argumenta que esto no era así, sino que la intención era impedir a los alumnos que accedieran a los jardines de los profesores, donde probablemente trabajaban los esclavos.

Serpentine wall en la Universidad de Virginia, Estados Unidos | Foto: UVA

En fin, este último es un tema que inquieta, pero vamos a quedarnos con la presencia de esos peculiares muros de ladrillo, elegantes y sinuosos; prácticos y seguros, que llegaron a Inglaterra desde Holanda y siguieron construyéndose durante siglos.

Serpentine wall en Shaw Nature Reserve – Missouri Botanical Garden | Foto: Steve Bougeno

TEMAS RELACIONADOS

► Castillo de Soutomaior: fortaleza medieval con jardín centenario y camelias con nombre de mujer

► George Wilson y la historia de Wisley, el jardín más antiguo y de mayor diversidad hortícola de la RHS

► Los jardines de Sissinghurst Castle a través de fotos premiadas en IGPOTY 13

► Algunas curiosidades sobre el Patio de la Acequia en la Alhambra de Granada

► Gaviones en el jardín

Pin It on Pinterest