![]() |
Drosera. Foto Hortus Botanicus Leiden
|
Las plantas carnívoras suelen crecer en ambientes muy pobres en nutrientes, lo que ha hecho que necesiten desarrollar mecanismos que les permitan sobrevivir. Además de obtener alimento a través de la fotosíntesis, enriquecen su dieta incorporando minerales como el nitrógeno, fosforo y calcio, que obtienen de esos bichitos (y no tan bichitos) que ingieren.
Un mundo fascinante al que, desde ayer y hasta el próximo 20 de agosto, rinden homenaje en Hortus Botanicus Leiden, del que hablé aquí: Hortus Botanicus de Leiden y Carolus Clusius. La horticultura con mayúsculas.
Antes de que echemos un
vistazo a algunas de las imágenes de esas plantas, que podrán verse los
próximos días en ese histórico jardín botánico situado en la ciudad holandesa
de Leiden, he querido reunir algunos conceptos básicos sobre las plantas carnívoras.
¿Qué plantas se
consideran carnívoras?
Para que una planta carnívora
se considere como tal es necesario que se cumplan tres condiciones: que sea
capaz de atraer, capturar e ingerir a su presa. Si no se dan las tres
circunstancias no se puede considerar una planta carnívora, puesto que hay
plantas que son capaces de atraer insectos o aves, pero no capturarlos y, mucho
menos, ingerirlos. Del mismo modo que hay plantas que capturan insectos, pero
no los ingieren.
Charles Darwin fue quien
constató la existencia de un grupo de
plantas capaces de atraer, capturar y digerir insectos. De hecho, se
refirió a ellas como plantas
‘insectívoras’.
Sin embargo, hoy en
día a estas plantas las llamamos carnívoras,
pues hace tiempo que sabemos que no solo
se alimentan de insectos, sino que algunas son capaces de capturar e ingerir
crustáceos y pequeños mamíferos. Es
decir, algunas especies no se conforman con arañas, hormigas, mosquitos,
mariposas y otra clase de insectos, sino que, además, cazan e ingieren
diminutos animales acuáticos e, incluso, animales no tan diminutos, como
renacuajos, pequeñas ranas, lagartijas, ratones o pájaros.
Es su color y su perfume lo que atrae a las presas que, una vez que se
acercan, caen en una trampa mortal.
El modo de capturar esas presas varía en función de cada especie. Hay trampas para todos los gustos, pero todas
extremadamente efectivas. Esas trampas no son otra cosa que modificaciones de
sus hojas, que toman la forman necesaria para convertirse en una infalible
herramienta de caza.
Por lo tanto, para la captura,
la planta solo utiliza sus hojas (modificadas), pero nunca la flor, cuyo papel
es únicamente reproductor. Una vez ingerida, la presa se procesa gracias a enzimas
digestivas, hongos simbióticos, bacterias, etc. que permiten asimilar los
nutrientes liberados durante la digestión.
Por sus trampas
las conoceréis
En un artículo elaborado y
publicado por la Unidad de Cultura Científica del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) en El Diario del Jardín Botánico, clasifican las plantas carnívoras
según su estrategia de captura. A continuación, transcribo parte de ese texto para que
podamos agrupar adecuadamente a este universo de plantas en función de ese aspecto.
TRAMPAS ACTIVAS
• TRAMPAS DE MANDÍBULAS
Trampas formadas por dos hojas (lóbulos simétricos) que actúan
como una mandíbula. En su parte exterior llevan numerosos dientes que se superponen cuando atrapa a
su víctima.
La superficie interna está cubierta de pelos que a modo de
resortes provocan el cierre de las hojas al contacto del animal, en un rápido movimiento (1/30 segundos).
Para
que se activen, el animal tiene que tocar dos pelos diferentes, o dos veces el
mismo. Lo que permite evitar las falsas alarmas. Ejemplo: Dionaea (Atrapamoscas) y Aldrovanda.
![]() |
Dionaea muscipula. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
• TRAMPAS SUCCIÓN
Solo las especies del género Utricularia, que viven únicamente en entornos acuáticos, llevan ese tipo de
trampa. Se trata de pequeñas bolsas
llamadas utrículos, que tienen en un extremo un orificio rodeado de unos pelos ramificados.
Algunos de estos
pelos controlan la puesta en marcha cuando una presa los toca. El utrículo se
hincha entonces muy rápidamente aspirando
a la vez agua y presa.
Luego, vuelve a su forma inicial liberando el agua
aspirada, mientras que la presa ya no tiene posibilidad de escapar.
TRAMPAS SEMIACTIVAS
Sus hojas se prolongan en unos pelos, cuyas células terminales segregan
una sustancia pegajosa (mucílago)
que queda a modo de gota en el extremo.
En el momento en el que el animal toca
el mucílago queda pegado y al intentar
evadirse, el propio movimiento le hace interaccionar con otros pelos
adhiriéndose irreversiblemente.
Una vez inmovilizada la presa, los pelos se
curvan para situarla en el centro de la hoja, que se dobla paulatinamente sobre
su nervio medio atrapando a la presa. Ejemplo: Drosera y Pinguicula.
TRAMPAS PASIVAS
Encontramos tres tipos
distintos Cucuruchos tubulares: las
hojas de las plantas aparecen transformadas en cucuruchos. Las presas,
atraídas por el olor de una sustancia azucarada que segregan las glándulas de
néctar situadas en la entrada del orificio, se posan y caen hacia el interior del mismo, debido a una sustancia
resbaladiza que cubre la entrada. Ejemplo: Sarracenia
y Darlingtonia.
Otros datos
curiosos sobre las plantas carnívoras
En ese mismo artículo, también
se habla de la distribución de las plantas carnívoras. Se encuentran ejemplares
a lo largo de todos los continentes,
salvo en la Antártida. En la Península Ibérica existen 4 géneros de los 6
que se conocen: Drosera, Drosophyllum,
Pinguicola y Utricularia.
También se mencionan algunos usos medicinales, como el de la especie
Sarracenia purpurea, de la que se
obtiene un extracto que se utiliza para reducir los dolores neuromusculares y
neurálgicos.
No faltan usos gastronómicos, como es el caso de Pinguicula, que en los países nórdicos se utiliza para cuajar la
leche, o el género Nepenthes, que en
Filipinas es usado para enriquecer la cocción del arroz.
Hay, incluso, algunas especies
que tienen usos ornamentales como la Sarracenia
leucophylla y la Nephentes ampullaria,
originaria de Indonesia, que se emplea para la confección de cuerdas y sogas.
Y ahora que nos hemos ambientado
en este curioso universo vegetal, con unas 600 especies agrupadas
en 15 géneros dentro de 6 familias, podemos echar un vistazo a algunas de esas
plantas que podrán verse estos días durante la ‘Exhibición de Plantas Carnívoras’ en Hortus Botanicus Leiden. Algunas son llamativas y muy
conocidas, otras menos llamativas y con bonitas flores, como algunas especies
de Pinguicula, pero todas son más o menos glotonas.
Y ahora que nos hemos ambientado
en este curioso universo vegetal -con unas 600 especies agrupadas
en 15 géneros dentro de 6 familias- podemos echar un vistazo a algunas de las plantas que podrán verse estos días durante la ‘Exhibición de Plantas Carnívoras’ en Hortus Botanicus Leiden.
Encontraremos especies que crecen en
el agua, algunas con bellas flores que asoman en la superficie, sin que nada haga pensar que bajo el agua se esconde una astuta y cruel cazadora. Pero hay también numerosas especies que se desarrollan en la tierra y
algunas incluso en las ramas de los árboles. Unas son llamativas y
muy conocidas, otras menos llamativas y con bonitas flores; pero todas tienen
algo en común: son más o menos glotonas.
![]() |
Pinguicula. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Cephalotus. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
Sarracenia (izquierda) y Heliamphora
(derecha) Foto Hortus Botanicus Leiden
Nepenthes. Foto Hortus Botanicus
Leiden
![]() |
Drosera intermedia. Foto Hortus
Botanicus Leiden
|
![]() |
Drosera rotundifolia. Foto
Hortus Botanicus Leiden
|
![]() |
Nepenthes. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
Darlingtonia californica (izquierda)
y Sarracenia (derecha) Fotos Hortus Botanicus Leiden
![]() |
Nepenthes ampullaria. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Nepenthes ampullaria. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Nepenthes Rajah. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Pinguicula. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Drosera. Fotos Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Drosera. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Drosera. Foto Hortus Botanicus
Leiden
|
![]() |
Dionaea muscipula. Fotos Hortus
Botanicus Leiden
|
Fotos Hortus Botanicus Leiden