El Retiro

Cumpleaños (feliz) del Retiro de Madrid

 

Museo de Burgos / Santo Domingo de Silos Via Monestirs Puntcat
Para hablar del Retiro no hacen falta excusas, pero si se celebra su cumpleaños hay un motivo más para recordar la trascendencia de este parque para Madrid, su pulmón, pero, además, uno de los orígenes de la horticultura ornamental en España.

Por supuesto, nada de lo que es y supone el Parque del Retiro para los ciudadanos hoy en día, estaba en los planes de la corona española. Cuando el conde-duque de Olivares animó al entonces príncipe Felipe IV, era principalmente para mantenerlo entretenido en ese espacio y apartarlo de los temas del gobierno.
 
Del palacio del Buen Retiro que se construyó entonces sólo se conserva el Salón de Reinos. A partir de ese edificio se fueron creando los jardines sin un orden establecido ni planificación. Desde su inauguración han llovido nada más y nada menos que 381 años, con sus correspondientes otoños y, aunque haya evolucionado y cambiado, la esencia de esos jardines es básicamente la misma: pensados para el disfrute.
 
Son otras personas quienes lo disfrutan, porque ahora pertenece a todos los ciudadanos, y otras técnicas de mantenimiento las que se utilizan. Pero, sin duda, hoy en día los viveristas, jardineros y paisajistas son afortunados herederos de las personas que en aquella época se iniciaron en el arte de la horticultura ornamental en España, cuya obra fue clave para entender el cultivo de las especies ornamentales del siglo XVII.
 
 
«Con fecha 26 de Julio de 1645 se nombra a Juan Martín de Fuentidueña jardinero del Sito del Buen Retiro. Comienza así la andadura de esta familia, que culmina con Cosme, nieto de aquel y autor de este manuscrito, obra que continua la de Gregorio de los Rios y clave para entender el cultivo de las especies ornamentales en el siglo XVII»
Museo de Burgos / Santo Domingo de Silos Via Monestirs Puntcat
Felicidades al Parque del Retiro. No se me ocurre mejor regalo que el de animar a todos los que visiten Madrid este puente a dar un largo paseo por él y entre otras cosas, tal vez descubran que, aunque en Madrid no haya… ¡ahí si hay playa! (aproximadamente). 

 

 

 
 
 

 

 

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