Si te gusta
comprar plantas, vamos bien. Si te gusta disfrutar de jardines integrados en el
paisaje, mucho mejor. Si quieres tener un buen día y que la belleza de un
jardín de ensueño te envuelva, estás de suerte.
El único problema puede ser la distancia, si es que no te encuentras en Alemania, concretamente en Elsfleth, en Baja Sajonia (en alemán Niedersachsen), uno de los 16 estados federados alemanes, que limita con el mar del Norte. Si fuera así, y estás muy lejos, no hay problema porque hoy lo visitaremos a través de las maravillosas fotos que nos trasladan hasta allí. Pero antes, vamos a averiguar qué nos espera ese jardín privado que abre al público entre el 22 de mayo y el 27 de septiembre y donde, además de pasear por él, se pueden adquirir plantas, principalmente especies inusuales de plantas vivaces. También se realizan visitas guiadas, cursos y otras actividades relacionadas con la jardinería. Si quieres hacer un alto en el camino durante la visita, también tienen cafetería. Pinta bien ¿o no?
Garten
Moorriem
Ute y
Albrecht Ziburski diseñaron este jardín en 2006 y lo hicieron con una idea
clara, querían integrar la casa de campo, de 300 años de antigüedad, con el
entorno: los jardines y casas de la zona
de Moor Riems por un lado y la amplia visión de las praderas por el otro. Una
mezcla mágica en 6.000 m2 que ha dado como resultado un jardín donde predomina el
estilo naturalista, principalmente a base de
plantas vivaces con fronteras de herbáceas. La fertilidad del suelo jugó a su
favor y el jardín logró consolidarse en un corto periodo de tiempo. Las frecuentes lluvias ayudan, y mucho; las heladas, cuando llegan, dibujan paisajes inspiradores.
En su esquema de plantación, las fronteras
se van sucediendo para ir alternando la
floración y el color a medida que avanzan las
estaciones. Atravesando un pequeño
jardín forestal, se cruza un puente que lleva a una zona de plantas vivaces silvestres. Éste es el punto
culminante del jardín. La guinda, diría yo. Muchas de esas especies silvestres
las reproducen con sumo cuidado y pueden
adquirirse después en el pequeño vivero que han habilitado.
Es, un lugar
para soñar un rato largo; para volver a él una y otra vez. Un jardín que
sugiere una visita en cada una de las cuatro estaciones del año. Eso voy a
intentar representar aquí, gracias a sus fotos. Hoy visitamos Garten Moorrien.