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La historia de los árboles y de cómo han cambiado nuestra forma de vida

 

El manzano es un fruto demasiado bueno “como para haber dado el fruto prohibido”. El Ginkgo biloba se hizo conocido en Japón como el «portador de esperanza» después de que aparecieran brotes de ginkgo en medio de la destrucción de la bomba atómica. Se dice que a la higuera (Ficus carica) le gustan «sus pies en el infierno y su cabeza en el cielo», debido a su tendencia a crecer bien en suelos pobres. Los nativos americanos enseñaron a los colonos blancos del Kentucky del siglo XVIII a tostar y moler las semillas del árbol de café de Kentucky (Gymnocladus dioica) para crear un sustituto del café.


Y así, hasta 100 especies de árboles y sus correspondientes historias. Eso es lo que guarda este libro entre sus páginas. Son «Historias maravillosas e información detallada que no suelen encontrarse en los libros sobre árboles», esa es la valoración Piet Oudolf de La historia de los árboles (y de como ha cambiado nuestra forma de vida), un libro que habla de árboles, pero también de la forma en que nos hemos relacionado con ellos a lo largo de la historia. 


Mi opinión también es positiva. En este libro se combina botánica y etnobotánica a través de relatos amenos y en ocasiones llenos de encanto. Nos permite conocer todos los detalles sobre algunos de los árboles más importantes del mundo, pero lo hace sin dejar de conectarlos con nuestra historia humana. “Haría falta un buen abogado para poner fin a los rumores (verbales y artísticos) de que el fruto prohibido de Génesis 3,5 era una manzana. La lista de sospechosos es larga: uva, granada, higo, algarrobo, cidra, pera y muchos más (entre ellos el hongo)”.

No cabe dudad de que la emergencia climática ha devuelto a los árboles el protagonismo que nunca debió perder. Un interés creciente que surge porque comenzamos a verlos como un aliado potencial para combatir el cambio climático. Tal vez demasiado tarde, pero todo lo que sirva para descubrirlos, recordarlos y valorar todo lo que nos han ofrecido hasta la fecha y  pueden seguir ofreciendo debe tener su generosa bienvenida.


El libro que os comento hoy, La historia de los árboles (y de cómo han cambiado nuestra forma de vida) es todo un homenaje a nuestra vida entre los árboles. Aborda en 100 fichas combinadas con ilustraciones nuestra relación con algunos de los árboles más importantes del mundo. En una pagina encontramos una especie de biografía relatada de forma realmente encantadora, que resume los orígenes del árbol, los patrones de crecimiento, los usos por parte de los humanos y otros datos interesantes y curiosidades. En la página opuesta se incluye la ilustración del árbol, realizada por Thibaud Herem, y un resumen con las características principales: otros nombres comunes; origen del árbol; clima y hábitat; longevidad; tasa de crecimiento; altura máxima y algún detalle con pequeña ilustración de la flor, la hoja o el fruto de cada especie.

Los autores del libro son Kevin Hobbs y David West. Kevin Hobbs es cultivador y jardinero profesional con más de tres décadas de experiencia en el sector hortícola. Fue director de I+D de Hillier Nurseries, en Hampshire, Reino Unido, y actualmente trabaja para Whetman Plants International en el desarrollo de nuevas plantas. Ha realizado labores de asesoramiento para la Corona en Frogmore House y cultivado las plantas del Parque Olímpico de Londres. David West lleva cultivando árboles treinta y cinco años y ha estudiado en los Viveros Hillier. Dirige su propio negocio de viveros, el cual está especializado en la producción comercial de árboles raros y otras plantas poco comunes.

Por cierto, que he descubierto que, en el siglo XVIII, el fruto del junípero o enebro común (Juniperus communis) supuso la ruina de las clases trabajadoras y el comienzo de la era de la embriaguez extrema y los disturbios civiles en Inglaterra conocida como Gin Crace (la locura de la ginebra). Bueno, en realidad el enebro no fue el culpable, claro, al menos no el instigador, sino los empresarios que a veces pagaban el salario en gin. Vaya locura. El resultado fue que, en solo un año, 1742, la venta de ginebra superó solo en Londres los 7 millones de galones, una época en la que su población era de poco más de 750.000 habitantes. Menudo quilombo. Adoro este árbol, por cierto.

La historia de los árboles y de cómo han cambiando nuestra forma de vida

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