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Rudbeckia. Flores silvestres norteamericanas muy apreciadas en los jardines de todo el mundo

Rudbeckia hirta

El nombre común de las especies contenidas en el género Rudbeckia es black-eyed Susan (ojos negros de Susan), pero lo cierto es que los ojos (centro) de estas flores silvestres tan apreciadas en Norteamérica, y muy especialmente en Estados Unidos, no son negros, sino marrón oscuro, y en ocasiones verde musgo.
El origen del nombre que identifica este género lo encontramos en Olof Rudbeck (1630 y 1702) un científico conocido principalmente por sus logros en medicina (anatomía) y lingüística, pero también por sus estudios en música y botánica. A lo largo de su carrera contó con el firme apoyo de la reina Christina de Suecia y fue una celebridad en su corte. Fue quien estableció el primer jardín botánico en Suecia, que originalmente se llamaba Jardín de Rudbeck.
Rudbeckia hirta
En cuanto al nombre común (black-eyed Susan), nadie está seguro de quién era la ahora ya famosa Susan de ojos negros, pero parece ser que la leyenda cuenta que todo tiene su origen en un antiguo poema inglés de la era post-isabelina, escrito por el poeta John Gay (1685-1732) y titulado «Black-Eyed Susan”. Sea o no cierto, lo que sí está claro es que ese nombre sirve para identificar muchas plantas con ese característico cono central de color negro que en realidad no siempre es negro.


Rudbeckia y compañía
El género Rudbeckia reúne a un grupo de aproximadamente 30 especies de plantas herbáceas – anuales, bianuales o perennes – nativas de diferentes regiones de Norteamérica.  Se trata de plantas estivales (florecen desde el final de la primavera hasta comienzos de otoño) muy fáciles de cultivar a pleno sol y tolerantes a una amplia gama de condiciones del suelo. Además, las rudbeckias tienen la virtud de atraer polinizadores al jardín, siendo especialmente visitadas por las mariposas.

Rudbeckia hirta y Echinacea purpurea
Pertenece a la familia Asteraceae y son características sus grandes inflorescencias amarillas tipo margarita (daisy) formadas por flósculos agrupados en un cono central prominente de color marrón oscuro casi negro, aunque hay variedades con “ojos” de color pardo.
Está claro que ninguna bordura mixta de herbáceas estaría completa si no incluyera una o dos variedades de rudbeckias, y algunos jardines de estilo pradera tampoco serían lo mismo sin ellas, como no lo son los jardines de estilo naturalista.  Sus diferentes especies, variedades y cultivares ofrecen plantas que pueden variar en color (de amarillo a naranja) y tamaño, llegando a alcanzar alturas elevadas de 2-2,5 metros, lo que hace a estas plantas muy adecuadas para situar en la parte posterior de las fronteras. Por supuesto, son también una excelente elección para jardines para flor cortada.


Rudbeckia hirta y Echinacea purpurea
Entre todas las rudbeckias, hay algunas especialmente populares gracias a los híbridos naturales y a los cultivares hortícolas obtenidos para su uso en jardinería pública y privada. Estas son algunas de las especies más conocidas:
• Rudbeckia hirta
Aunque es nativa de América del Norte, los estadounidenses piden permiso a sus vecinos canadienses cuando se declaran orgullosos de considerar que las rudbeckias de esta especie (Rudbeckia hirta) son las flores silvestres por excelencia en Estados Unidos, ya que está muy extendida en diferentes regiones de ese país, donde crece abundantemente en márgenes de caminos, así como en espacios baldíos y en terrenos alterados.
Es una herbácea bienal, o perenne de vida corta, muy fácil de cultivar a partir de semillas, y que constituye la especie básica de cualquier buena mezcla de semillas de flores silvestres.

Algunos de los cultivares más conocido son Rudbeckia hirta ‘Praire Sun’, con flores amarillas y «ojos verdes»; R. hirta ‘Autumn Colors’ y R. hirta ‘Cherry Brandy’.

Rudbeckia hirta ‘Autumn Colors’ •• Foto Fernando Ruz
Rudbeckia hirta ‘Praire Sun’ •• Foto Annie’s Anuals
Rudbeckia hirta ‘Praire Sun’ 
Rudbeckia hirta ‘Cherry Brandy’ •• Foto Fleuroselect
Rudbeckia hirta ‘Sahara’ •• Foto: Annie’s Anuals

• Rudbeckia fulgida
Rudbeckia fulgida es la base nativa de la mayoría de las especies híbridas perennes de rudbeckias, y que descienden de diferentes «variedades» de esta especie. Esto quiere decir que se trata de variaciones naturales, pero básicamente sigue siendo la misma planta.


Rudbeckia fulgida var. sullivantii ‘Goldstrum’ •• Foto: Fernando Ruz
Rudbeckia fulgida
Rudbeckia fulgida tiene cuatro variedades reconocidas y botánicamente introducidas con la abreviatura » var.», entre ellas se encuentra Rudbeckia fulgida var. sullivantii, una variedad de la que ha surgido la planta reina de todas las rudbeckias perennes comerciales, comúnmente llamada Rudbeckia‘Goldsturm’ y desarrollada en Alemania. 
Otra de las variedades es Rudbeckia fulgida var. speciosa, muy parecida a la anterior y de la que se han obtenido cultivares perennes como Rudbeckia “Viette’s Little Suzy”.


• Rudbeckia triloba

Es una planta perenne de vida corta. Alcanza 60-100 cm de altura y se autosiembra con facilidad. Sus tallos peludos sostienen grandes flores de color amarillo dorado con centros planos de color marrón violáceo. Las hojas superiores, de textura áspera, son de forma lanceolada y, a veces, con tres lóbulos en la base.
Rudbeckia triloba ‘Praire Glow’ •• Foto Special Plants



• Rudbeckia maxima
Hojas grandes y tallos largos que sostienen grandes flores con porte muy elegante, con centros marrón oscuro casi negro rodeados de largos y lánguidos pétalos (lígulas) de color amarillo.


Rudbeckia maxima •• Foto: Samen Seeds



• Rudbeckia laciniata
Alta, muy alta. En la naturaleza crece hasta 2,75 m. y a menudo tiene la apariencia de un girasol, pero no lo es. Sus flores son muy grandes y sus pétalos caídos son de color amarillo limón pálido.
Es una especie que puede crear un efecto espectacular en praderas de flores silvestres, pero tal vez sea demasiado grande para implantar en los jardines.  De esta especie se obtuvo el cultivar R. laciniata “Golden Glow”, introducido en 1894 y que crece hasta 1,5 m. Sus flores, completamente dobles, son de color amarillo y se asemejan a un crisantemo amarillo brillante. Actualmente ya no son muy populares y apenas se ven en los jardines.
Rudbeckia laciniata •• Flickr
• Rudbeckia nitida
Tiene un distintivo color verdoso en el centro de la flor, como sucede con R. Laciniata.  Es la madre del hibrido Rudbeckia nitida «Herbstsonne», una planta perenne alta (60-72 «) con colosales flores doradas.
Rudbeckia nitida «Herbstsonne» •• Flickr
Rudbeckia nitida «Herbstsonne» •• Flickr
• Rudbeckia subtomentosa
Esta especie es originaria del centro de los Estados Unidos, desde Wisconsin hasta Texas. No es tan alta como otras especies, crece a solo 1,30 m. Además, sus flores se distinguen por puntas achatadas en cada pétalo. Uno de los cultivares comerciales de esta especie es Rudbeckia subtomentosa «Henry Eilers», que crece hasta 1,20 m. y tiene grandes pétalos tubulares con las puntas achatadas características de la especie.
Rudbeckia subtomentosa ‘Henry Eilers’ •• Foto Bally Robert Gardens
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