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Las Calles de Carmel


Nunca se puede decir ‘esas cosas jamás me sucederán a mí’.
Un tarde,  en mi primer año de facultad, me ofrecieron una suscripción a una revista de noticias en inglés, para practicar el idioma, se supone.  La suscripción era muy barata y yo, llena de buenas intenciones, acepté y, solo al final, supe que, además,  entraba en el sorteo de un viaje a Los Ángeles. Por supuesto, no le di importancia, la lotería solo les toca a los demás, pensé.


A los pocos días, recibí  una carta confirmando que había sido la afortunada de tal premio. Un billete, ida y vuelta, claro,  Madrid-Los Ángeles para dos personas.  La fortuna siguió tocando a mi puerta, porque mi cuñado me dio dos buenos contactos, el de su hermano Luis en Fresno y el de la amiga de Luis en Los Ángeles.  Así  comenzó mi aventura a lo ‘Telma y Louise’ con mi compañera de viaje, Maribel.

Alquilamos el coche en el aeropuerto de Los Ángeles, dormimos en esa ciudad  y comenzamos a recorrer la Ruta de las Misiones por la Alta California,  con destino a San Francisco. Desde esa ciudad viajamos hasta Fresno, visitamos el Parque Nacional de Yosemite, regresamos a Los Ángeles y vuelta a Madrid.

El viaje, lógicamente dio mucho de sí, pero en mi retina siempre se quedó grabada una imagen, la de las calles de Carmel.  Cuando el otro día encontré estas fotografías en un blog,  me emocioné, pensé, el viaje por toda la costa de California fue fascinante. Conocer San Francisco, un sueño. La América profunda una experiencia emocionante y Yosemite un espectáculo de la naturaleza. Pero Carmel me llegó al corazón. Es especial, como entrar en un cuento de hadas.


He querido compartir hoy estas imágenes con vosotros. Esto es Carmel, en California. Esto es un sueño hecho realidad.

Si estáis interesados, aquí tenéis más imágenes que iré actualizando con frecuencia


mikibong: Carmel and it’s flowers

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