¿Se
puede tener un jardín urbano que incluya muchas de esas plantas y elementos que
más nos gustan? Está
claro que la creatividad ayuda, pero nos exige que sea nuestro instinto el que
elija libremente qué quieres decir, de qué quieres hablar o escribir, qué deseas
diseñar, pintar, dibujar, fotografiar,
crear. Si es tu criterio el que mueve todo eso,
lo más probable es que consigamos algo interesante.
La
paisajista británica Deborah Nagan parece haberlo logrado, al menos, ella está
satisfecha con el jardín que ha rediseñado en la casa de Londres a la que se
trasladó a vivir y cuyo jardín trasero no estaba, a su juicio, aprovechado de forma óptima. Ahora ha conseguido lo que ella define como 'una gran jardinera' en la que las plantas se combinan creando mezclas atractivas que no dejan de ofrecer vida y color.
Con
unas dimensiones de 8 x 15 metros, ese
jardín trasero ha quedado dividido en dos aéreas diferenciadas: el jardín
principal y la terraza. Todo con un objetivo claro, obviar elementos aburridos y plantación que ayude a dar movimiento continuo.
El jardín principal lo ha destinado a plantas de flor, jardín vegetal y frutales. La altura la aportan arbustos como Sambucus nigra y el verde ácido viene de la mano de la Euphorbia characias. Los tulipanes en color púrpura, heucheras y aquilegias, asoman en camas de cultivo de madera pintada en negro, salvo una que, haciendo un guiño a los autobuses que suelen pasar por delante, ha sido pintadas en rojo junto a los obeliscos que la acompañan. También hay camas de cultivo en zinc. Coquetas casas para pájaros (de los que vuelan…) y elementos que envuelven todo el diseño, haciendo evidente que se trata de un jardín en toda regla.
En
el jardín frontal también se pueden ver macetones con calamagrostis, acantos, nomeolvides,
aquilegias y hortensias trepadoras (Hidrangea
anomala subsp. Petiolaris).
Es decididamente atractivo y, para
aquellos a los que os pueda interesar echar un vistazo a todos los detalles, al final de esta entrada tenéis el artículo completo sobre ese pequeño oasis urbano que da muestra de lo que puede
dar de sí la imaginación, una cualidad que suele venir acompañada de gran ambición, la de
conseguir algo que creemos que no existe,
pero que nuestra intuición nos anima a
buscar la forma de hacerlo realidad.