Imágenes inspiradoras de patios y jardines en Marrakech

Riad Houdou • Marrakech • Flickr

Dicen que Marruecos es tierra de mil contrastes, donde se dan cita la increíble belleza natural, su rica historia cultural y una buena dosis de creatividad. Marruecos, la tierra del sol poniente, es el país más occidental de África y del mundo islámico, que ha vivido la llegada de los fenicios y los judíos, los romanos, los visigodos, los árabes y los bereberes. Su historia y su privilegiada situación hace obvio que tenga mucho que ofrecer, y sus patios y jardines forman parte de uno de sus grandes tesoros.

Los establecimientos hoteleros en Marruecos, muy especialmente los hoteles de lujo, han permitido recuperar esos espacios exteriores e interiores donde se aprecian los elementos característicos del jardín islámico, como los parterres en forma de crucero, rehundidos para poder contemplar la vegetación a la altura de los sentidos, una vegetación formada por plantas aromáticas y ornamentales de flor que se mezclan con árboles frutales. En ocasiones también se ven setos de arbustos recortados y elementos arquitectónicos, como pérgolas y soportales, que permiten disfrutar del jardín desde la altura y la sombra.

Les Deux Tours • Marrakech

También están presentes los elementos del jardín islámico cerrado, el jardín intramuros, que se presenta como un espacio a modo de protección, acogedor y frondoso, donde el agua se convierte en el elemento protagonista.

“Estilo marroquí”

Hoy en día se habla del estilo marroquí como una nueva tendencia en la decoración, en parte fomentada por la moda de los riads, es decir, esos hoteles con encanto que no llegan a tener el precio, tamaño y prestaciones propias de los conocidos hoteles de lujo en ese país.

Los riads suelen tener de cinco a diez habitaciones y están decorados con objetos de artesanía y algunas antigüedades. Su emplazamiento suele estar en el corazón de las medinas.

Riad Enija • Marrakech

Se trata de casas tradicionales marroquíes o pequeños palacios, con habitaciones que se distribuyen en torno a un jardín interior o patio.

El riad típico tiene pocas ventanas al exterior, son casas que miran hacia dentro, a sus patios de baldosas, alrededor de los cuales encontramos las zonas comunes, mientras que en la planta superior se sitúan los dormitorios. Un patio en toda regla.

“El islam es una civilización particularmente sensible

a la armonía del medio natural y cultural,

ya sea a través del paisaje, el jardín o la huerta”

Cherif Abderrahman Jah

Algunas de esas antiguas residencias son varias veces centenarias y su rehabilitación ha permitido poder recuperar buena parte de la esencia del jardín islámico o andalusí, incluidos los materiales utilizados habitualmente en los interiores de la arquitectura clásica marroquí, que respondían a la necesidad de enfriamiento en el clima árido de Marruecos.

En las imágenes que muestro hoy va a ser fácil descubrir azulejos, que se utilizan para decorar las superficies de edificios y objetos, principalmente paredes interiores, pisos y fuentes; fuentes; diseño geométrico y motivos florales, para evitar el uso de imágenes humanas o animales, decorados en yeso, piedra y madera. También nos vamos a recrear viendo el agua en calma en los estanques o albercas centrales; o casi escuchándola, cuando cae en las fuentes.

Riad Enija • Marrakech

Los colores, como símbolo de una cultura, en Marruecos son usados de forma soberbia y han llegado a fascinar a pintores como Delacroix, Fortuny, Tapiró o Matisse. A los demás, esos colores simplemente nos seducen.

Hoy os propongo disfrutar de la cultura marroquí a través de algunos de sus jardines y patios más emblemáticos y gracias algunos de esos alojamientos, todos en Marrakech, que permiten acercarnos a la esencia del jardín interior, ese que nos aísla y protege.