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Artesanos (Jardineros) de los Jardines de la Alhambra

Ya me hubiera gustado tener la oportunidad de compartir una jornada completa, saber quiénes son y cómo trabajan para cuidar y conservar unos jardines admirados en todo el mundo.


Pero no hay por qué apenarse. Casi todo en la vida tiene remedio, es cuestión de buscarlo y a veces, incluso, se presenta ante nosotros de manera fortuita. Hace días encontré un artículo publicado en el blog del Patronato de la Alhambra y Generalife, titulado Artesanos de los Jardines de la Alhambra. El título en sí ya era atractivo y la curiosidad en leerlo, inevitable. Dejaba ver que quién lo escribía era una persona ajena a la actividad de jardinería, pero, también, que una jornada completa escuchando a quienes se ocupan de esa “Alhambra verde” le había servido para apreciar ese oficio; valorar y admirar el trabajo de esos artesanos -como quiso referirse a los Jardineros de la Alhambra– haciendo en su relato una descripción cuidadosa de lo que había visto y escuchado.

Ese post, a modo de homenaje, está firmado por Ana Fernández Rodríguez, del Área de Comunicación del Patronato de la Alhambra y Generalife. Al solicitarle el permiso para compartirlo, me comentó que lo había escrito con mucho cariño. Eso mismo me pareció a mí, le contesté. Dejaba ver que aquella jornada había sido una experiencia gratificante. Supongo que es una prueba más de que la jardinería y los jardines, de un modo u otro, contagian entusiasmo.

Mi idea inicial era hacer un resumen, una especie de versión libre de lo que nos contaba en su post. Pero he preferido reproducirlo íntegramente, para no estropear ni una sola frase. Las fotos que acompañan a sus palabras son de Pepe Marín, fotógrafo oficial del Patronato de la Alhambra. Mi agradecimiento a ambos. Y ahora, sin más preámbulos, nos vamos a la Alhambra. La cita comienza al amanecer, concretamente a las 7:45 h.



Artesanos de los Jardines de la Alhambra

Texto • Ana Fernandez Rodriguez  |  Fotos • Pepe Marín Zarza

Queremos rendir homenaje a los Jardineros de la Alhambra, artesanos también. Vamos a dedicarles este post por su entrega y dedicación; por su profesionalidad y por el cariño con el que cuidan y miman los árboles y plantas de la fortaleza nazarí. Hace unos días compartimos con ellos, y con un grupo de alumnos en prácticas, una jornada e intercambiamos experiencias. El resultado fue fantástico. Una prueba más de la importancia del trabajo en equipo que, desde luego, nos beneficia a todos.

Nos citamos antes de la apertura del Monumento. A las 7:45 ya estábamos todos listos para iniciar la ruta. Nos había convocado un curso para incrementar la formación del personal y aumentar el grado de especialización de todos los jardineros de la Alhambra. Fue una de esas visitas que dejan huella, comprobamos la pasión que ponen cada día estos profesionales, que tienen el reto de mantener, conservar y cuidar uno de los jardines más admirados en todo el mundo.

Vimos amanecer mientras paseábamos, a la vez que nos iban explicando en qué consistía el trabajo del personal de jardinería de la Alhambra y Generalife.

Comprobamos que detrás de la belleza de esta Alhambra verde había un minucioso trabajo. A diario, en el recinto monumental, se llevan a cabo tareas de recorte, sustitución y cuidado de árboles, arbustos, trepadoras, arcos rosales, rosaledas y setos, entre otras funciones. ¿Y por qué son necesarias? Nos cuentan que se recortan, por ejemplo, para que las plantas estén bonitas y crezcan sanas. También se podan algunos pies que se deterioran y, si las plantas están enfermas, se tratan para que sigan viviendo en la Alhambra. Todo este trabajo exige un alto control visual de los jardines.

Una curiosidad. ¿Sabíais que los jardines de la Alhambra están organizados por cuadros? Bella la comparación, sobre todo porque nuestros jardineros ”pintan” en estos lienzos el que será el diseño final de cada temporada. Una vez “pintado”, si gusta el dibujo, se procede a la siembra.

También hemos aprendido que, en la Alhambra, la flor de temporada no es casual. Hay especies de primavera/verano y otoño/invierno y se cambian dos veces al año.

Esta planificación exige un diseño previo de las combinaciones de flor que van en cada cuadro, poniendo especial atención en que los colores combinen, que las especies elegidas sean idóneas al lugar donde van a estar sembradas y desprendan agradables fragancias al paso de los viajeros. ¡Qué difícil combinar todos estos elementos!

Nos han enseñado la importancia de limpiar los parterres a diario. Una tarea cotidiana de vital importancia. Es necesario que estén limpios y desprovistos de malas hierbas. Si os fijáis en sus bellas flores es porque nuestros jardineros las riegan y alimentan. Y siempre florecen… Las que se pasan se quitan y otras toman el relevo para que sigan floreciendo.

También hay que prestar especial atención a las formas de la vegetación. Si está bien ‘dibujada’ es porque los recortes, las podas y clareos están realizadas al milímetro, con la misma precisión con la que un cirujano interviene en el corazón de una persona.

Una pista. Si vais a pasear por los Jardines del Generalife agudizar vuestro olfato. Si huele bien es porque nuestros jardineros han elegido con cuidado las especies para que, además de bellas y fotogénicas, sean fragantes.

Si los Jardines de la Alhambra son muy valorados por los visitantes que eligen la fortaleza nazarí como destino es, en parte, gracias al trabajo de esta plantilla de artesanos, que se entregan a este oficio con pasión y entrega. ¡Gracias!

Podeís acceder al blog y al artículo original en este enlace y os recuerdo que también compartí en otra entrada un vídeo más que interesante sobre los jardineros de la Alhambra

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