Cardos

Cardo aquí y cardo allá

Unos nacen con estrella y otros estrellados   Es lo que deben pensar los cardos cuando se comparan con las rosas, que también pinchan pero, como dice el otro refrán, Quien bien quiere a la rosa, aunque se pinche, no se enoja



El buey  tira del arado pero no es de agrado. Está claro que antes, las especies rústicas se valoraban menos.

A la fuerza ahorcan Si el agua escasea, las alternativas para el jardín vienen de la mano de aquellas especies que crecen en terreno seco.

A mal tiempo, buena cara Mirándolo bien, sus flores son espectaculares.


Vistan un palo, y parecerá algo Pensaron algunos que integrando los cardos en determinados espacios se le daba el merecido protagonismo a su porte y al brillo de su inflorescencia
A nuevos tiempos, nuevas costumbres Poco a poco nos acostumbramos a sacar los cardos del cajón de los trastos y le fuimos dando nuevos usos

Con el roce, nace el cariño Y una cosa llevo a otra. De la necesidad a la moda solo un paso.

A lo que está de moda, todo el mundo se acomodaSe pusieron de moda hace unos años y ahora todo el mundo los adora y son compañeros inseparables de perennes y vivaces.


En la variedad está el gusto Pero, además, el jardín tiene que estar siempre vivo y en ese concepto entra en juego la variedad de especies, que la tienen.

No hay dos sin tres Por si fuera poco lo anterior, sus flores, atraen insectos polinizadores.


Renovarse o morir.Un jardín que no despierta sensaciones pierde toda su esencia y para mantener vivo el jardín nada mejor que ir renovando especies, que nuestros ojos no dejen de sorprenderse con los colores, movimiento y textura de las plantas que crecen en él. Y los colores de las flores de los cardos empezaron a ser anhelados.

El que tuvo, retuvo inflorescencias bonitas hasta el final. Cuando se cortan, su largos tallos siguen llenando el jardín de verde.

Quien ríe el último ríe mejor los cardos ahora ríen al comprobar cómo los valores se invierten y la rueda de la fortuna gira a su favor.



Un gran número de especies, cultivares y variedades disponibles en la actualidad, dejan clara esta tendencia y su enorme potencial en el jardín. En su mayoría pertenecen a la familia Asteraceaesalvo algunas especies, como el cardo corredor (Erynginum campestre) que pertenece a la familia Umbeliferae. Es precisamente su inflorescencia en capítulos lo que hacen a los cardos especialmente atractivos para los insectos polinizadores. 

Debido a su facilidad para colonizar terreno vacío, puede llegar a convertirse en un problema si invaden espacio disponible, haciendo poco transitable las zonas de pradera. A pesar de ello y teniendo este aspecto en cuenta, hay cardos y más cardos para elegir, empezando por los cardos que podemos encontrarnos por el camino o por el jardín. Todo un mundo el de los cardos, con espinas y con flores.

Carduus sp

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