Flores para que esta primavera no tenga ninguna esquina rota

Saxifraga × arendsii

Hoy me tomo la libertad de utilizar el título de una de las obras de Mario Benedetti, Primavera con una esquina rota, para intentar poner algo de ilusión y anhelo, como se supone que pretendió hacerlo el autor en esa novela que, a pesar de estar escrita desde el dolor, no deja de ser un canto a la esperanza de aquellos tiempos mejores que habrían de llegar.

«Cuando venga la amnistía vamos a bailar tangos. Los tangos son unas músicas tristes que se bailan cuando uno está alegre y así vuelve a ponerse triste.»

Hoy os propongo bailar tango y observar flores. Un humilde intento de lograr que la primavera sea completa, con todas sus esquinas, con alegrías y sin alergias (a ser posible…). Al menos, que esa primavera que acabamos de estrenar sea lo que siempre espera uno de ella, un tiempo para la ilusión y la vida (buena).

El “surtido de flores” para esta fiesta con tango es fresco, muy fresco. Imágenes de los últimos días. Algunas plantas son de hace tiempo y todavía lucen como si tal cosa después de varias primaveras; otras son recientes adquisiciones; y a todas ellas se unen las que veo por aquí y por allá. Silvestres o cultivadas, todas sirven para este propósito; todas tienen su nombre, que puede leerse al pasar el cursor por la imagen; y todas me gustan a rabiar. Espero que a vosotros también.

Con las manos llenas de flores os deseo una feliz primavera a todos y mucha vida en el jardín, pero siempre con ilusión, esperanza y ninguna esquina rota.