Pintor e ilustrador que tomó como motivos las orillas del río Guadalquivir y del Guadaira, Manuel García Rodríguez también recorrió los barrios sevillanos y algunos rincones del Alcázar de Sevilla en busca de inspiración. Y la encontró, ya lo creo que sí.
Manuel García Rodríguez (Sevilla, 1863-1925) pertenece a la llamada escuela de Alcalá de Guadaíra o escuela de paisajes de Alcalá de Guadaíra, formada por el círculo de pintores que, convocados por Manuel Ussel de Guimbarda, se reunieron, a partir de 1890, en torno a la figura de Emilio Sánchez Perrier. El espíritu que movía esa escuela era pintar, bajo las premisas de la pintura al aire libre, en las riberas del río Guadaíra, cercanas a dicha localidad sevillana.
Sin embargo, en los últimos años de su carrera dedicó un apartado muy especial a pintura de patios, parques y jardines, y lo hizo acercándose algo más a la estética modernista e impresionista, dándole un aire más fresco a su pintura. Todo un repertorio que nos permite pasear por esos patios y jardines de Sevilla en la segunda década del siglo XX.