Acaban de inaugurar la apertura del horario de verano en el parque High Line de Nueva York. Se paseará, claro, pero también hay que descansar. Una de las protagonistas indiscutibles de ese recorrido y sus asientos es la silla amarilla. Incomoda, seguro, pero alegre, por supuesto.


Las sillas de High Line han posado millones de veces, pero hay más sitios donde poder sentarse… y tumbarse.  Porque no solo de plantas vive un parque. Hoy estamos todos invitados a sentarnos (o tumbarnos) un rato en the High Line. 

Fotografías via High Line y High Line Flickr Pool  

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