Las
tres erres de la ecología (reducir,
reutilizar, reciclar) y las otras tres que se añadieron posteriormente (repensar, reestructurar y redistribuir), le deben sonar a chino a la mayoría de los campesinos. Supongo
que si lo comentamos con ellos, la respuesta de muchos sería: yo lo que utilizo
es el sentido común. Algo que probablemente nos falta hoy en día.
Por
esta zona, además de campesinos, cada
vez hay más personas que, tras jubilarse, han vuelto al campo y se instalan en
esa parcela que compraron en su día y que llevan preparando años. Ahora es su
momento. Todo aquello que aprendieron de pequeños lo siguen proyectando y lo
hacen, no tanto por necesidad, sino por
costumbre. Casi siempre consiguen espacios llenos de escrupuloso orden, dentro
del aparente caos y jardines muy inspiradores.
Si la costumbre de reducir, reutilizar y reciclar ahora es moda, bienvenida sea y que la tendencia no se pare nunca, porque en la actualidad, como entonces, también es necesaria. Parece ser que el planeta tiene poco dinero en la
hucha y muchos trastos en el armario.