Su prestigio y notoriedad vino
de la mano de un trabajo visionario, con técnicas muy vanguardistas e ideas
algo “disparatadas” a mediados del siglo XX, como incluir en sus composiciones, flores y plantas silvestres que encontraba por el camino, junto a perfumadas y
costosas rosas y otras nobles flores. Su
jarrón con hojas de col rizada tampoco pasó desapercibido.
Las flores y los jardines combinan muy bien con diversas disciplinas, entre ellas la moda. Fue realmente inspiradora, por ejemplo, la exposición Vogue. Like a painting que se exhibió en el Museo Thyssen-Bornemisza hace un año (ver Like a painting. Con arte y sin pintura).
Bodegones con
arreglos florales
Ahora el turno le toca a una
marca española de lujo (Loewe) que presenta la exposición “Past, Present, Future” en el Real Jardín Botánico de Madrid. De
esa exposición quería destacar una sección de la muestra que incluye
fotografías de Steven Meisel de bodegones con arreglos florales. Son imágenes inspiradas en la vida y obra de Constance Spry
(1886-1960) una vanguardista florista británica que revolucionó el arte del
diseño floral en las décadas de 1930-1950.
Constance Spry |
Sigue tu propia estrella y sé natural
“Do what you please, follow
your own star; be original if you want to be and don't if you don't want to be.
Just be natural and light-hearted and pretty and simple and overflowing and
general and baroque and bare and austere and stylized and wild and daring and
conservative, and learn and learn and learn. Open your mind to every form of
beauty” Constance Spry.
Es una de las frases de
Constance Spry que mejor definen su trayectoria profesional. Hacer lo que te
complace y seguir tu propia estrella. Ser original si lo quieres y no serlo si
así lo deseas. Lo importante es ser natural y abrir tu mente a todas las formas
de belleza, ya sean barrocas o austeras, atrevidas o conservadoras, sean como
sean, hay que atreverse y, si es necesario, romper moldes. Es una traducción
libre de esa cita, pero se aproxima a lo que Constance Spry aplicó en carrera
profesional.
Flores
silvestres y rosas
Ser original y atrevida
posiblemente le brindó la posibilidad de crear escuela y pasar a la historia en
su oficio, aunque su trabajo no siempre era visto con buenos ojos.
En una época en la que la
mujer no solía trabajar fuera del hogar, ella logró abrir su firma de diseño y
arte floral y llegó a tener 70 empleados. Fue profesora de arreglo floral,
corte y confección, y cocina. Además, publicó 13 libros que se convirtieron en
la biblia de esas disciplinas.
Su gran valor fue demostrar a
millones de personas en Gran Bretaña, no olvidemos que nos situamos a mediados
del siglo XX, que podían embellecer sus casas con flores de los setos o de
terrenos baldíos que encontraban a su paso. Que los amentos también servían. Que había un material vegetal mucho más variado de lo que se creía y tan solo era necesario tener un poco de imaginación. Con ese tipo de gestos
logró una democratización en la decoración de hogares y marcó un estilo esencialmente bohemio.
Los libros de Constance estaban llenos de consejos prácticos y, aunque solía especificar qué tipo de
flor se debía utilizar en una disposición particular, animaba a sus lectores a
improvisar y atreverse a combinar, por ejemplo, flores de dalias pompón con
hojas de fresa, e incluso mostraba el vaso que había llenado con hojas de col
rizada.
Reutilizando con
gracia
No solo era su particular
selección de material vegetal lo vanguardista, sino también los complementos que utilizaba en los
arreglos florales. Sus consejos solían llevar hasta los altillos de los
armarios, trasteros y muebles de la cocina para encontrar bandejas o tapas de
la sopera que servirían como jarrones improvisados. Las jaulas de pájaro también le valieron y un
sinfín de objetos más fueron reconocidos con originales soportes. Una costumbre
ya muy común hoy en día, pero absolutamente novedosa en aquella época.
Pintura de
flores holandesas del siglo XVII
Su método de trabajo, sencillo
pero muy atractivo visualmente, estaba inspirado en las pinturas de flores holandesas del siglo XVII. La organización de las flores en sus composiciones
solía hacerse en bloques sólidos de un color (sus ramos de flores de color
blanco fueron muy destacados) y formas fluidas, con una disposición
personalizada, adaptada a cada entorno. Un estilo moderno que atrajo a
elegantes clientes, entre otras, la Princesa Marina y la duquesa de Windsor.
Aunque su nombre fue
reconocido en el Reino Unido a lo largo de las decadas de 1930, 1940 y 1950; era
considerada anacrónica e, incluso, un tanto oscura. Sin embargo, su influencia
como ama de casa y reformadora social fueron indiscutibles y su estilo de algún modo permanece.
La exposición “Past, Present,
Future” donde se incluyen las fotografías inspiradas en el trabajo de Constance
Spry se puede visitar del 18 de noviembre al 9 de diciembre en el Pabellón
Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid.
Fotos e
información: Design Museum y David’s Diary