No necesitan presentación, aunque hay quien opina que no se debería “criminalizar” a estas hierbas, que no son malas, sino acompañantes de los cultivos. Las amapolas, por ejemplo, son una de ellas.
Así presentan Cesar Fernández-Quintanilla y José Luis González-Andújar,
investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), su
libro Las malas hierbas, que forma
parte de la colección ¿Qué sabemos de?, de la Editorial CSIC y Los Libros de la Catarata.
En el libro se pretende aclarar cuándo estas plantas son dañinas o beneficiosas
para el ser humano.
“al llamar a una
planta mala hierba, el hombre demuestra su arrogancia”
En el prólogo de este libro
citan al escritor y biólogo francés Jean Rostand, quien afirma que “al llamar a
una planta mala hierba, el hombre demuestra su arrogancia”. Y los autores se
preguntan ¿Es cierta esta afirmación? De ser cierta, el título de este libro
resultaría igualmente arrogante. En realidad, ¿cuáles son las maldades y las
bondades de estas plantas? ¿Qué papel juegan en nuestra sociedad y en nuestra
cultura? ¿Mala hierba nunca muere, como dice el refrán? ¿De qué medios
dispone el hombre para poder gestionar racionalmente sus poblaciones? Estas son
algunas de las preguntas a las que Cesar Fernández-Quintanilla y José Luis
González-Andújar pretenden dar respuesta en su libro Las malas hierbas.
A quién va
dirigido el libro
Su intención es que resulte interesante
tanto para el ciudadano de a pie, a quien no le supone un gran problema, como
para el agricultor, frecuentemente agobiado por los problemas que les causan
estas plantas.
También se dirigen al estudiante
de biología o agronomía, o, incluso al investigador dedicado a estos temas, que
puede ignorar algunos aspectos relacionados con esas plantas. Los contenidos, asimismo,
están dirigidos a profesionales dedicados a la agricultura y a los que trabajan
en el mundo forestal, en el mantenimiento de parques, jardines y campos de golf,
o en la conservación de espacios naturales. Porque, al fin y al
cabo, en todos estos ámbitos las “malas hierbas” están presentes, de una forma
más o menos clara, y nuestra atención se hace necesaria en todos ellos.
César Fernández-Quintanilla es doctor en Biología y en Agronomía e investigador en el Instituto de
Ciencias Agrarias (Madrid). Sus líneas de interés se dirigen al estudio de la
demografía y dinámica de las poblaciones de algunas especies especialmente
problemáticas.
José Luis González Andújar es doctor en Biología e investigador científico en el Instituto de
Agricultura Sostenible (Córdoba). Su área de investigación se centra en el
estudio de la agroecología de las malas hierbas, su manejo y su interferencia
con los cultivos. Es miembro honorario de la Weed Science Society of America
(WSSA).
Bondades y
maldades de las malas hierbas
Yo no soy bióloga, ni
agrónoma, ni me dedico a la investigación, pero he trabajado durante 17 años
con plantas cultivadas en macetas para uso ornamental y eso, inevitablemente,
lleva a trabajar, también, con muchas de las hierbas que en ocasiones las
acompañan, en la maceta o en el suelo. Os aseguro que ni en esas circunstancias
solía referirme a ellas como “malas hierbas”, a pesar de que, para nosotros, en
el vivero, era malas, malísimas hierbas, por el tiempo que nos hacían perder,
por los daños que a veces ocasionaban a la planta cultivada y las enfermedades
que en ocasiones transmitían. Y sí, había que arrancarlas, es algo que en la
industria de la horticultura no se puede evitar. Se quitaban las hierbas, esa era la tarea y así se
denominaba, no hacía falta añadir el adjetivo “malas” para definirlas, aunque
en ese ámbito así lo parecieran.
El libro que recomiendo hoy nos
acerca al mundo de las “malas hierbas” que han acompañado a la humanidad desde
los inicios de la agricultura. A pesar de ser un componente habitual de
nuestros paisajes agrícolas y la percepción
negativa que tenemos de ellas, existen muchos aspectos desconocidos de las
llamadas malas hierbas que tienen que ver con las diferentes culturas, porque la alimentación y la medicina también se
benefician de estas plantas. Por ejemplo, la verdolaga (Portulaca
oleracea) forma parte de diversas recetas culinarias y se consume
habitualmente en China, México y en países tropicales. Asimismo, el diente de
león (Taraxacum officinale) es muy
apreciado para su consumo en ensaladas, ya que contiene tres veces más proteína
y cuatro veces más hierro que la lechuga, además de ser diurético y
antiinflamatorio.
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Diente de león (Taraxacum officinale) •• FOTO | Pixabay |
Lo que pretende el libro es dejar claro cuál es el verdadero papel que juegan las llamadas malas hierbas en nuestra sociedad y en nuestra cultura y, lo que es más importante ¿Cuáles son las maldades y las bondades de estas plantas?
Hierbas no tan
malas y hasta bonitas
Si tenemos en cuenta que
Internet está sobrecargado de páginas web que nos informan, pero con mucha frecuencia
nos “desinforman”, queda claro que necesitamos tener a mano libros con rigor
científico para conocer a fondo determinadas cuestiones. Si, además, el libro
está escrito de forma accesible, ya no tenemos disculpa para conocer
mejor algunas cuestiones relativa a nuestro entorno natural. Para ilustrar
algunas de las plantas han utilizado las maravillosas láminas conocidas como
Tablas CIBA-GEIGY de malas hierbas.
Hoy os propongo descubrir algo más acerca del mundo de esas hierbas que llamamos malas pero que, ni siempre son tan malas y, además, en muchas ocasiones son, además, plantas útiles y bonitas.
Hoy os propongo descubrir algo más acerca del mundo de esas hierbas que llamamos malas pero que, ni siempre son tan malas y, además, en muchas ocasiones son, además, plantas útiles y bonitas.
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