Invernadero Tropical del Jardín Botánico de Valencia

Plantas de hojas muy anchas; vistosas flores exóticas y arboles de gran porte. Desde hace siglos el hombre ha venerado las plantas tropicales. Los invernaderos o estufas nacieron en el siglo XIX para alojarlas y cuidarlas. La realeza, y después la aristocracia, también las utilizaron como signo de distinción. 

Con el tiempo, el desarrollo de la horticultura acercó las plantas de clima tropical a los hogares y jardines de todo el mundo popularizando su uso. Hoy continúan siendo plantas muy valoradas y los jóvenes las han reinventado para incorporarlas a sus particulares junglas urbanas.  Sin embargo, no siempre nos acordamos de la importancia que tienen los biomas de las selvas tropicales de donde son originarias, el ecosistema más rico en especies de nuestro planeta.

Efectivamente, esas vistosas plantas tropicales a las que tenemos fácil acceso hoy en día proceden de las selvas tropicales, pero de aquellas que estuvieron a salvo de la mano del hombre. Desde el punto de vista de la horticultura ornamental, hay que decir que hasta allí viajaron los exploradores botánicos y los cazadores de plantas del siglo XIX, provocando después alguna que otra fiebre, como la orquideomanía europea de 1845 (también conocida como orchidelirium). De hecho, la “pasión” por las orquídeas se ha llevado mucho por el camino y numerosas especies silvestres de orquídeas se ha vuelto vulnerables, mientras que otras han desaparecido. Pero eso es solo una muestra de un escenario dramático.

El mayor pulmón vegetal del planeta

Todos sabemos a estas alturas que las selvas de la zona intertropical constituyen el mayor pulmón vegetal del planeta, ya que todos los vegetales necesitan absorber una enorme cantidad de agua y CO2 para producir, a través de la fotosíntesis, los hidratos de carbono (o carbohidratos) que necesitan para su crecimiento, pero dejan también una enorme cantidad de oxígeno libre que usan los animales de todo el mundo para su respiración.

Sin embargo, la mano del hombre ha irrumpido en este tipo de ecosistemas y lo que se inició como intercambio se ha convertido en explotación. El pulmón verde está severamente amenazado por la tala maderera y la expansión de la frontera agrícola.

Es sabido, sí, todas esas dramáticas circunstancias son conocidas, porque se denuncian a diario, pero quería recordarlo antes de mencionar algunos aspectos sobre las plantas tropicales y su ecosistema.

Selvas tropicales

Las selvas tropicales se extienden como un cinturón siempre verde alrededor de la Tierra, en la región comprendida entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio (la línea ecuatorial). Se encuentran en África, Asia, Oceanía, Centro América y Sudamérica, siendo la selva tropical más grande del planeta la que se encuentra en la Amazonía, en Sudamérica.

En esta zona tropical, el sol es muy fuerte y la cantidad de horas de luz diaria casi no cambia a lo largo del año, ayudando a mantener un clima cálido y relativamente estable.

Las precipitaciones rondan en promedio (con permiso del cambio climático) entre los 750 mm y los 2.000 mm de precipitaciones anuales, dependiendo del tipo de bosque tropical al que nos estemos refiriendo.

No existe una gran amplitud térmica entre invierno y verano. No obstante, las temperaturas en invierno nunca descienden hasta el punto de congelación, mientras que el verano es muy caluroso.

Plantas de clima tropical

En la selva tropical, los helechos y herbáceas que están en contacto con el suelo húmedo forman un gran manto de plantas. Los arbustos crecen por debajo del estrato de árboles de baja altura. Por encima de la denominada cubierta vegetal superior emergen los árboles.

De este modo, la selva tropical se convierte en el hogar de una gran diversidad de helechos, musgos, lianas, plantas epífitas, plantas de hojas anchas, arbustos, árboles e, incluso, plantas de hoja ancha que forman árboles de entre 20 y 30 metros de altura.

No obstante, si hay algo que caracteriza esencialmente a la selva tropical es la existencia de varios niveles de árboles de muy diversas especies, que han surgido como resultado de una lucha continuada de supervivencia para conseguir una dotación suficiente de rayos solares.

Por otra parte, también es común (y llamativo) ver árboles con gruesos contrafuertes para sostener su enorme masa, ya que las intensas lluvias lavan y disuelven las materias vegetales en descomposición que hay en el suelo, haciéndolos muy inestables, lo que obliga a generar este tipo de adaptación de las raíces con el objeto de aumentar la resistencia del tronco.

Plantas tropicales en el jardín o el hogar

Estos datos pueden ayudarnos a comprender las condiciones en las que prosperan este tipo de plantas. Obviamente, las plantas tropicales disponibles hoy en día en el mercado son cultivares, en muchos casos, plantas mejoradas para adaptarse a las condiciones climáticas de otras zonas no tropicales. No obstante, en su mayoría son consideradas “plantas de interior”, es decir, plantas que cultivamos en el hogar, donde pueden crecer sin problemas con unos cuidados mínimos.

Han sido y son plantas deseadas. No gustan las plantas tropicales y muy especialmente las plantas de hoja ancha. Están de moda, como lo están las fotos en el interior de los invernaderos. Coqueteamos con todo eso, pero a veces nos olvidamos de donde comenzó esta aventura, cuyo final cada vez pinta peor. Conviene recordarlo a diario.

Detallde de la flor color rosado de la Costilla de Adán o  Monstera deliciosa

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