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Las flores de Henri Fantin-Latour

Naturaleza muerta con pensamientos, 1874. Henri Fantin-Latour | MET


Henri Fantin-Latour componía ramos que luego pintaba sobre fondos neutros en la intimidad del taller, convirtiendo las flores de su jardín en el principal motivo de sus obras, con bodegones florales de extraordinario realismo que alcanzaron gran fama y un enorme éxito comercial.
Lo cierto es que el pintor francés Henri Fantin-Latour (Grenoble,  1836 – Buré, 1904) trabajó otros géneros, desde retratos femeninos y retratos de grupo de los intelectuales parisienses de la época, hasta escenas de las óperas de Wagner. Sin embargo, sus bodegones florales encontraron un mercado de clase media en Francia, Inglaterra y Estados unidos, haciéndose especialmente populares entre los coleccionistas británicos.
Discípulo de Courbet durante una breve temporada, compañero de Whistler y amigo de Monet y Degas, resulta difícil situarlo en la historia de la pintura francesa de la segunda mitad del siglo XIX. Durante toda su carrera intentó combinar un enfoque extremadamenterealista, tanto en el tratamiento de los retratos como en el de las flores, un realismo exagerado, casi fotográfico, pero combinado por un gusto por la imaginación, por el misterio y por los temas inspirados por la música o por la ópera.  Así, sus retratos de grupo le podrían situar en la renovación pictórica, sus escenas alegóricas y mitológicas en el simbolismo, y sus bodegones con frutas y flores se acercan a un realismo comparable al de la pintura holandesa del siglo XVII.

Narcisos, tulipanes y pensamientos, 1878. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Su producción pictórica coincidió con el nacimiento y desarrollo del impresionismo, de hecho, se le considera un artista que provoca una ruptura, situándose, como la generación impresionista, en una nueva dimensión de la pintura que busca innovar en lo que a la elección de los temas se refería. 

Sin embargo, a pesar de que compartía con ellos muchas de sus aspiraciones estéticas, no quiso exponer en la primera muestra del grupo y nunca llegó participar en este movimiento como miembro. En realidad, parecía ir contracorriente. Prefería el control de la luz en lugar de la pintura al aire libre, y la intimidad de su taller a las largas discusiones sobre arte en algunos cafés parisinos frecuentados por los impresionistas, especialmente los cafés del Boulevard St. Germain.  
Hay quien apunta que tal vez ese aislamiento hizo que la obra de Fantin-Latour haya sido menos estudiada y celebrada que la de sus colegas impresionistas y apenas se le han dedicado grandes exposiciones.
Bodegones con flores de su jardín


Fantin-Latour alcanzó la fama a través de los retratos de sus colegas de profesión e intelectuales de momento, así como sus familiares y mecenas, pero los últimos treinta años de su vida optó por irse alejando de París, pasando todos los meses de verano en la casa de campo rodeada por un gran jardín que la familia de su esposa, Victoria Dubourg, tenía en Buré, en la Baja Normandía, y que más adelante se convirtió en su retiro espiritual de forma definitiva.

Flores de Verano, 1880. Henri Fantin-Latour | MET
El clima de Normandía permitía que creciesen un buen numero de plantas de flor, lo que le dio la oportunidad de ampliar el alcance de los objetos de sus bodegones florales, que empezaban a ser más sencillos y directos que los que había pintado en la década de 1860. Las flores de su jardín se habían convertido en el principal motivo de sus obras y a lo largo de su carrera artística llego a pintar entre 500 y 600 composiciones florales, muchas de ellas por encargo, que alcanzaron un extraordinario éxito comercial, algo de lo que él mismo se lamentó puesto que condicionó su producción artística.
Componía de manera metódica los ramos que luego pintaba en la intimidad de su taller sobre fondos neutros. La armónica combinación de flores de esos arreglos en sencillos jarrones y canastas eran representados en naturalezas muertas a las que Fantin-Latour le otorgaba una buena dosis de realismo y una particular sensibilidad, especialmente manifiesto en aquellas flores que se adivinan recién cortadas en el jardín y se muestran delicadamente desordenadas en el bodegón.

Canasta de Flores, 1892. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Hace unos días, me llamó la atención descubrir su pintura ‘Capuchinas’, pintada en 1880, probablemente durante su estancia en la casa de campo de Buré. En la pintura, que se conserva en el Victoria & Albert Museum de Londres, se muestran varios tallos largos de capuchinas dobles que se agrupan verticalmente en el centro de la imagen sobre un fondo gris liso. La obra fue adquirida como un «ejemplo» de pintura de naturaleza muerta, con el fin de distribuirla en las escuelas para su uso en clases de arte, ya que esta especie (Tropaeolum majus) solía servir de modelo para la formación de pintores por la complejidad de su estructura.

Capuchinas, 1880. Henri Fantin-Latour | VAM
Capuchinas, crisantemos, dalias, peonías, rosas, hortensias, lirios, alhelíes, tulipanes, narcisos, prímulas y pensamientos son algunas de las flores que crecían en su jardín y que aparecen en gran parte de sus pinturas.
Al parecer, Victoria Dubourg colaboraba en algunos de los bodegones de su marido. El estilo de ambos era muy parecido y hoy en día resulta complicado distinguir unos de otros cuando no están firmados. De hecho, yo he tenido que revisar bien las obras que escogía, porque hay algunas pinturas de ella que aparecen identificadas con los dos apellidos y si no te fijas bien en el nombre propio puedes confundirlas y atribuirlas a su marido. También es difícil saber quién influyó a quién, pero lo que sí es cierto es que ambos comenzaron a trabajar en este género más o menos al tiempo. En otra ocasión hablaré de Victoria Dubourg y buscaremos sus rasgos distintivos, porque las flores que trabajó serán las mismas y el jardín también.
Narcisos, alhelíes y prímulas. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Petunias dobles, 1900. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Ranunculos y narcisos, 1880. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Jarrón de peonías. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Pensamientos en macetas, 1883. Henri Fantin-Latour | MET
Canasta de dalias, 1893. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Flores y frutas, 1866. Henri Fantin-Latour | The Toledo Museum of Art
Amapolas, 1891 | Art Gallery of South Australia
Capuchinas, 1893. Henri Fantin-Latour | C.privada
Flores (hortensias, alhelíes, dos macetas de pensamientos), 1879. Henri Fantin-Latour | C. privada
Flores y frutos, 1876. Henri Fantin-Latour | Colección privada
Naturaleza muerta. Dalias, uvas y melocotones, 1868 | C. privada
Asters y fruta en una mesa, 1868 | MET
Crisantemos en un florero, sf. Henri Fantin-Latour | Museo Thyssen-Bornemisza
Rosas en un jarrón de porcelana blanco, 1871. Henri Fantin-Latour | Colección privada
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