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Hydrangea quercifolia, hortensia de hoja de roble para las cuatro estaciones

Hydrangea quercifolia (hortensia de hoja de roble)
Hydrangea quercifolia ‘Pee Wee’ (delante) y ‘Snow Queen’ (al fondo) | © Longwood Gardens / Richard Donham

El interés paisajístico de Hydrangea quercifolia (hortensia de hoja de roble) recorre las cuatro estaciones. En primavera y verano, son sus llamativas flores altas, que contrastan con una amplia variedad de colores de follaje. En otoño, sus hojas de color rojo púrpura intenso y las esculturales cabezas de flores secas son las que aportan interés. La corteza naranja de sus tallos y las cabezas de semillas proporcionan textura durante los meses de invierno.


Hortensia de hoja de roble


El origen de la hortensia de hoja de roble se encuentra en la región sureste de los Estados Unidos, donde crece a lo largo de las orillas de los ríos y en los bosques húmedos. Se trata de un arbusto ornamental con una tasa de crecimiento lenta cuando es joven y media cuando se establece.

Hydrangea quercifolia ‘Ruby Slippers | © Karl Gercens
Hydrangea quercifolia (hortensia de hoja de roble)
Hydrangea quercifolia ‘Applause’ | © Fernando Ruz

El nombre científico de este arbusto caducifolio de la familia de las hortensias (Hydrangeaceae) es Hydrangea quercifolia. Un nombre botánico cuyo epíteto específico (quercifolia) no es una casualidad. De hecho, esta es especialmente conocida por sus grandes hojas gruesas, profundamente lobuladas, que se asemejan a las hojas distintivas de algunas especies de robles (Quercus spp.).

Obviamente, su nombre común (hortensia de hoja de roble) también hace referencia a esa característica de la planta, que en otoño tiñe sus hojas caducas de vistosas tonalidades de rojo, naranja y púrpura.


Inflorescencias en panículas grandes y duraderas

A partir de junio y durante todo el verano, la mayoría de las variedades de Hydrangea quercifolia emiten inflorescencias, grandes y duraderas, en panículas más o menos alargadas. Sus flores (flósculos estériles), simples o dobles, son de color blanco a crema, que cambian gradualmente a rosa, lavanda, bronce y, finalmente marrón a medida que avanza la temporada.

Hydrangea quercifolia (hortensia de hoja de roble)
Inflorescencias de Hydrangea quercifolia ‘Little Honey’ | © Longwood Gardens / Wilson Barrett
Hydrangea quercifolia (hortensia de hoja de roble)
Hydrangea quercifolia | © Longwood Gardens / Patricia M. Hagler
Inflorescencias secas de Hydrangea quercifolia (Hortensia hoja de roble) | © J Bioschemist

Cualidades no le faltan

Hydrangea quercifolia cumple con todos los requisitos que se pueden pedir a un arbusto de jardín. Me refiero a que no solo aporta interés estructural a lo largo del año, sino que además regala espectaculares inflorescencias cuajadas de flores; un largo período de floración y un follaje muy interesante. Por si todas esas cualidades no fueran suficientes, se puede añadir también que su cuidado es muy simple, incluida la poda.


Un arbusto de fácil cultivo

Se puede plantar a finales del otoño o principios de la primavera, cuando la planta esté inactiva y no se vea estresada por las altas temperaturas.

Una de las ventajas de la hortensia de hoja de roble es su gran rusticidad, pudiendo tolerar temperaturas mínimas de entre -23 y 39º C. Sin embargo, se pueden llegar a producir daños invernales en los botones florales, especialmente si se trata de arbustos jóvenes.

Con respecto a la situación ideal de la hortensia de hoja de roble, es bueno saber que, aunque se puede cultivar a media sombra, crece mejor a pleno sol, puesto que el sol fomenta la mayoría de las flores y proporciona vistosos colores en el follaje durante el otoño.

Hydrangea quercifolia en los jardines de Longwood Gardens | © Longwood Gardens / Patricia M. Hagler

También es relevante conocer que prefiere suelos húmedos, bien drenados, ricos en materia orgánica y ligeramente ácidos. No obstante, puede tolerar suelos neutros a ligeramente alcalinos. En el caso de que el suelo donde se cultiva sea extremadamente alcalino, es posible que el follaje de la planta se vuelva ligeramente clorótico, lo que puede corregirse aplicando fertilización anual.

Y de bajo mantenimiento

De bajo mantenimiento, otra de las ventajas de la hortensia de hoja de roble es que no necesita poda. En el caso de que se desee mantener un hábito de crecimiento no disperso, ya que estos arbustos tienden a extenderse y, a menudo, lo hacen de manera desigual, se puede realizar una poda ligera a finales del invierno o principios de la primavera.

Hojas de Hydrangea quercifolia en otoño | © Karl Gercens

Si se desea propagar la planta, es mejor hacerlo mediante esquejes de tallo, especialmente si se trata de un cultivar, ya que si lo hacemos mediante semillas, lo más probable es que no produzca una planta fiel a su progenitora.


Hortensia hoja de roble en el jardín


La hortensia de hoja de roble es una buena planta ejemplar, por lo que se puede utilizar como arbusto aislado. También suele funcionar con éxito como planta de base, o cuando se concentra en bordes de arbustos o jardines boscosos abiertos. De hecho, las hojas grandes y su textura constituyen un buen fondo para los arbustos de menor crecimiento y las plantas herbáceas que entran y salen de la floración.


Algunos cultivares de Hydrange quercifolia

Hay que tener en cuenta que Hydrangea quercifolia es una hortensia de gran tamaño (puede alcanzar los 2 metros de alto por 2,5 metros de ancho), lo que limita su uso en determinados jardines. No obstante, los criadores han trabajado para obtener variedades de hortensia de hoja de roble de menor tamaño, con el fin de que pueda encontrar su lugar incluso en jardines muy pequeños. Tal es el caso, por ejemplo, de cultivares como Hydrangea quercifolia ‘Pee Wee’ y ‘Sikes Dwarf’.

Entre las selecciones más populares para usos ornamentales de Hydrangea quercifolia en el jardín se encuentran las que cito a continuación.

Hydrangea quercifolia ‘Snow Flake’ | © Cambridge Botanic Garden

H. quercifolia ‘Alice’

Es la selección más grande y vigorosa de las especies disponibles. Crece hasta 4,5 metros de alto y ancho y presenta panículas de flores que pueden pasar de 30 cm de largo. Las grandes flores estériles cubren las flores fértiles.

H. quercifolia ‘Alison’

Crece hasta 3 metros de alto y ancho. Las panículas de las flores se mantienen en posición vertical y pueden alcanzar 30 centímetros de longitud. Los flósculos estériles y fértiles están presentes en igual porcentaje. Exhibe un excelente color otoñal en burdeos.

H. quercifolia ‘Harmony’

Las panículas de las inflorescencias son muy grandes y densas y las ramas pueden inclinarse bajo su peso. Es un gran cultivar que puede alcanzar 3 metros de alto y ancho. Las flores son en su mayoría de tipo estéril, de ahí el peso de las panículas.

H. quercifolia ‘Pee Wee’ y ‘Sikes Dwarf’

Estos son los dos cultivares enanos más comunes. Claro que, decir “enano” es mucho decir. Eso sí, son más pequeños con respecto a otras variedades de la especie, porque puede alcanzar entre 1,2 y 1,8 metros de altura. Sus panículas tienen 10 centímetros de largo y están compuestas de flósculos estériles que ocultan las flores estériles. El color que ofrecen en otoño es muy interesante y los horticultores han trabajado para obtener ejemplares con buenas opciones para el jardín más pequeño.

H. quercifolia ‘Snowflake’

Es una de las selecciones que ofrece las flores más espectaculares. Presenta una panícula de flores con flósculos estériles que están llenos y tienen una apariencia doble. Las flores son tan pesadas y abundantes que pueden aplastar las ramas. Esta planta crecerá a 2,5 metros de altura.

H. quercifolia ‘Snow Queen’

Posiblemente una de las variedades comerciales más común. Forma panículas largas de 20 cm, con un buen porcentaje de flósculos estériles grandes. Las flores se mantienen en posición vertical y maduran a rosa con la edad. Crecen hasta alcanzar 1,8 metros de altura o más.



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