Piet Oudolf Hummelo
Piet Oudolf en Hummelo (Vídeo ‘Into The Wild’ •• Nowness)

Estamos acostumbrados a ver los paisajes exuberantes y naturalistas creados en jardines públicos y privados por el famoso diseñador de plantaciones holandés Piet Oudolf. También es sabido que utiliza su propio jardín de Hummelo para estudiar allí el comportamiento de las plantas vivaces, la forma de crecer y morir que tienen a través de las cuatro estaciones. 

Precisamente 2018 es el último año en el que Hummelo, su jardín privado, abrirá al público en fechas determinadas, lo que supongo que ha creado un efecto llamada y, como consecuencia de las sucesivas visitas, las fotos de su jardín se están compartiendo de forma casi compulsiva por las redes sociales. No es para menos, y no somos pocos los que estamos encantados de ver ese jardín desde diferentes puntos de vista.

“Plantar, plantar, plantar”

Sin embargo, hoy quería hacer una visita algo más sosegada, a través de un corto documental, dirigido por Marcus Werner Hed y que se difundió hace ya dos años, en el que Piet Oudolf nos conduce por su obra más importante, Hummelo, su jardín privado de 4.000 m2, llamado así por la localidad holandesa donde se ubica. Todo comenzó en 1981, cuando Piet Oudolf y su esposa Anja compraron una antigua granja que se convirtió en su hogar y jardín, pero también en vivero y laboratorio (ver más aquí).

Piet Oudolf Hummelo
Patio en Jardín de Piet Oudolf (Humello) •• Foto Karl Gercens (junio 2018)

Hace 37 años, recolectaron plantas de toda Europa, pero no se trataba de aquellas especies ornamentales que suelen encontrarse en los viveros tradicionales. Acudían a viveros especializados y contactaban con personas que podían proporcionarle especies nativas, que fue probando e introduciendo poco a poco en sus jardines. Comenzaba su nueva aventura.

“Plantar, plantar y plantar”, trasladar los resultados a los jardines que diseñaba y crear fecundación cruzada, introduciendo 70 nuevas variedades de plantas. Se podría resumir así lo que ha hecho Piet Oudolf en todos estos años en su jardín de Hummelo. Pero sería demasiado simple. Hummelo es la casa madre de todo un movimiento imparable, una ola que está dejando estela en forma de jardines que engañan al ojo humano, hasta el punto de hacernos creer que hemos sido capaces de meter la naturaleza en nuestra propia casa. Un colorido y sumamente atractivo engaño, que nos está enseñando a descubrir el potencial de las plantas en toda su extensión, apreciando de forma equilibrada el valor ornamental y el ecológico de las diferentes especies vegetales que se introducen en los jardines.

Piet Oudolf Hummelo
Jardín Piet Oudolf (Hummelo) ••  Foto Karl Gercens (Junio 2018)
Piet Oudolf Hummelo
Echinops ritro ‘Veitch’s Blue’ en Hummelo •• Foto Karl Gercens (Junio 2018)

Piet Oudolf, dice en el vídeo, ve las plantas como una herramienta para expresarnos, una especie de cuadro vivo. Lograr ese aspecto salvaje no es tarea sencilla, hay que editar la realidad para lograr el efecto deseado y las plantas vivaces tienen mucho que aportar en ese juego, es lógico que haya apostado por ellas. Son las flores en verano, las cabezas de semillas en otoño e invierno, y en primavera… en primavera el “silencio de las plantas” se rompe gracias el sonido de las aves que visitan el jardín. Antes de que te des cuenta, descubres que la naturaleza y sus ciclos se ha colado en tu casa, o eso te parece.

Piet Oudolf Hummelo
Piet Oudolf en Hummelo (Vídeo ‘Into The Wild’ •• Nowness)

Ya no tiene el vivero desde hace unos años, y su jardín privado no volverá a admitir visitas a partir del 27 de octubre de 2018, tal y como indica en su sitio web. Sin embargo, si tenéis curiosidad en conocer el día a día de sus andanzas y algunas de las plantas y combinaciones que crecen en Hummelo, podéis hacerlo (si no lo hacéis ya…) a través de su perfil de Instagram.

Un gurú, un maestro

Hay quien se refiere a Piet Oudolf como un gurú de las plantas y la jardinería, pero no me acaba de convencer ese término. Piet Oudolf tiene grandes cualidades, no cabe duda, pero también muchas horas de trabajo con las plantas. No es un iluminado, sino un viverista, jardinero, paisajista y artista que ha sabido gestionar con maestría todas esas disciplinas, difundir su trabajo con suma efectividad y contagiar su entusiasmo a profesionales y aficionados, que ven en él un ejemplo a seguir. No sé, ahora que lo pienso, visto así, tal vez sí que sea acertado hablar de Piet Oudolf como un gurú, además de, como un maestro.



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