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Callicarpa, arbustos con bellos (y coloridos) frutos ornamentales de color púrpura

Frutos bayas de color púrpura de Callicarpa japonica
Frutos (bayas) de color púrpura de Callicarpa japonica | © Fernando Ruz

La característica más atractiva de esta planta son sus abundantes y vistosos racimos de bayas de color púrpura (también las hay en blanco) que se producen a finales del verano y hasta el final del otoño, uniéndose a ese festival de color que ofrecen los frutos ornamentales de algunos árboles y arbustos en esta época del año.

Callicarpa

De la belleza de sus frutos da buena cuenta hasta el nombre de este género de plantas, ya que Callicarpa significa “fruta hermosa” (beautyberry en inglés). Se trata de un género de arbustos y árboles pequeños de la familia Lamiaceae, con unas 140 especies (casi todas de hoja caduca) originarias de algunas zonas de Asia, Centro América y el sureste de América del Norte.

Inflorescencias de Callicarpa americana
Inflorescencias de Callicarpa americana | © Flickr
Inflorescencias Callicarpa americana
Inflorescencias Callicarpa americana | © Flickr

Todas las especies de Callicarpa florecen en primavera, formando grupos de flores en color rosa lavanda pálido, que no son especialmente llamativas, pero sí resultan delicadas y atractivas. Esas flores maduran formando prolíficos grupos de frutos de color violeta intenso o azul metálico (salvo alguna variedad en blanco) y generalmente persisten después de la caída de las hojas, lo que hace que estos arbustos sean una interesante opción para añadir un toque atractivo al jardín en otoño.

Crecen a un ritmo moderado a rápido, dependiendo de la especie y las condiciones de crecimiento. El tamaño de los arbustos se puede controlar con podas anuales a finales del invierno o principios de la primavera. Se puede utilizar una poda de adelgazamiento de la copa, o un recorte importante cerca del suelo. Las plantas de crecimiento más lento se pueden adelgazar ligeramente cada año para proporcionar control de tamaño y mantener un hábito continuo de arqueamiento y expansión.

Bayas de Callicarpa
Bayas de Callicarpa | © Fernando Ruz

Aunque toleran la mayoría de las condiciones de suelo, lo cierto es que crecerá mejor en un suelo fértil, suelto y bien drenado.

Se deben plantar a pleno sol para aumentar la floración y producción de bayas, pero hay que asegurarse de que dispongan de la humedad adecuada, porque una sequía extrema puede dejar caer sus hojas y bayas, para compensar la falta de humedad. Una vez establecidos, son razonablemente tolerantes a la sequía.

Se pueden cultivar a partir de semillas, recolectándolas cuando están muy maduras. Se deben cultivar primero en recipientes individuales durante el primer año, y plantarlos al aire libre el siguiente otoño. También se pueden propagar utilizando esquejes de madera blanda.

Callicarpa dichotoma (Brooklyn Botanic Garden)
Callicarpa dichotoma (Brooklyn Botanic Garden) | Flickr

Especies de Callicarpa utilizadas como ornamentales

Las especies más conocidas y utilizadas en plantaciones ornamentales son cuatro. De ellas han derivado muchos de los cultivares disponibles en el mercado para plantar en jardines.

• Callicarpa americana

Callicarpa americana | Flickr

Una especie nativa de la parte sureste de los Estados Unidos, donde crece en estado silvestre en zonas boscosas de áreas cálidas, desde Maryland hasta Texas.

Es un arbusto caducifolio de ramas sueltas con hojas simples, ovadas o elípticas. Produce pequeños racimos de flores de color rosa lavanda desde finales de primavera hasta principios del verano, seguidas de bayas de color violeta desde finales de verano hasta principios de otoño. Puede alcanzar alrededor de 1,8 m de altura y 1,5 m de ancho. Es, probablemente, la especie más amante de la humedad, dentro del género Callicarpa.

• Callicarpa japonica

Bayas de color morado de Callicarpa japonica
Bayas de color morado de Callicarpa japonica | © Fernando Ruz

Se distribuye desde China hasta las zonas templadas de Asia oriental (Japón, Corea, Manchuria y Taiwan). Tal vez sea la especie más ampliamente cultivada en los jardines. Es muy resistente y la mejor opción para zonas de montaña. Crece un promedio de 1,8 m. de altura y ancho -lo que convierte a este arbusto en el más grande dentro de su género-, con hábito redondeado y ramas arqueadas. Sus flores son rosadas o blancas y el fruto es de color morado (C. japonica ‘Leucocarpa’ tiene frutos blancos).

• Callicarpa dichotoma

Callicarpa dichotoma bayas de color púrpura brillante
Callicarpa dichotoma | Flickr

Se distribuye desde el centro y sur de Japón hasta Vietnam. Introducida en Alabama, Delaware, Carolina del Norte, Virginia y Taiwán.

Esta especie ha sido cultivada como ornamental para tener una mayor tolerancia al frío, ya que es resistente en las zonas 5 a 8. Tiene flores rosadas y el fruto es de color púrpura brillante. Es un arbusto más compacto (crece un promedio de 1,2 m de altura y ancho), con hojas pequeñas y nudos más juntos entre sí, que lo convierten en una buena opción para jardines pequeños.

• Callicarpa dichotoma f. albifructa 

Callicarpa dichotoma f. albifructa bayas blancas
Callicarpa dichotoma f. albifructa | © Susigarden

Esta variedad de C. dichotoma es nativa de China (centro y sur) y Corea.  Compacta y muy resistente a la sequía, es también una buena opción para jardines pequeños y muy interesante por sus frutos blancos en otoño.

• Callicarpa bodinieri

Callicarpa bodinieri var. giraldii Bayas de color púrpura oscuro
Callicarpa bodinieri var. giraldii | Flickr

Se distribuye desde el sur de China hasta Indochina y es muy popular entre los jardineros ingleses. Al igual que C. dichotoma, esta especie también es resistente en las zonas 5 a 8. El cultivar más popular es ‘Profusion’, con flores de color rosa pálido en tallos arqueados y frutos de color púrpura oscuro en otoño. Aunque la mayoría de las especies de Callicarpa necesitan dos arbustos para un buen cuajado, este cultivar es fértil y no requiere un polinizador.

Callicarpa en el jardín de vida silvestre

A partir de estas cuatro especies, los cultivares e híbridos aumentan las posibilidades de tener un buen arbusto que nos regales coloridos frutos durante todo el otoño.

Esos frutos no solo los disfrutamos nosotros cuando estamos en el jardín, especialmente si se plantan en grupos, sino también las aves y otra fauna silvestre que, con toda probabilidad, se va a dar un buen festín con ellos. Eso hace que Callicarpa se convierta en una de las especies de arbustos para tener en cuenta en plantaciones de vida silvestre que favorecen la biodiversidad en el jardín.

Bayas de Callicarpa sp. | © Fernando Ruz


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