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Agius Evolution Garden, un jardín que celebra 350 millones de años de adaptación vegetal

Agius Evolution Garden | Foto © Fernando Ruz



Un jardín que celebra 350 millones de años de adaptación vegetal y lo hace ofreciendo a los visitantes un paseo cronológico por la evolución de la vida de las plantas que se organiza de acuerdo con la última clasificación de los organismos vegetales basada en el análisis de ADN.

Agius Evolution Gaden, el nuevo jardín de Kew Gardens, se ha convertido en una atractiva exhibición botánica en la que se combina el avance científico con la horticultura, dando como resultado algunas asociaciones sorprendentes, como descubrir que las rosas y las ortigas están estrechamente relacionadas; que las peonías no están relacionadas con las ranunculáceas, a pesar de sus estructuras florales similares, sino con las saxífragas; o que lo plátanos de sombra y la flor de loto están relacionados.
Taxonomía basada en el ADN


Los jardines botánicos suelen situarse en una línea un tanto compleja entre la investigación científica y la jardinería capaz de atraer a los visitantes. Ciencia y horticultura a cada lado, que en el caso de este jardín parecen darse la mano.
Tradicionalmente, las especies de plantas se han agrupado en géneros y familias según sus características físicas. Recientemente se ha demostrado que esto no siempre es exacto, ya que algunas plantas pueden parecer similares, pero no están estrechamente relacionadas.

Foto © Fernando Ruz

En Kew, los taxonomistas basados en el ADN único de cada planta han construido un Árbol de la Vida de las Plantas uniendo las asombrosas relaciones que se encuentran en el reino vegetal, un conocimiento que consideran sería clave para desarrollar nuevos medicamentos o construir ciudades resistentes al clima.
Un jardín para conocer la evolución de las plantas


Agius Evolution Garden abrió sus puertas el verano de 2019. El jardín cubre 5.300 m2 y contiene aproximadamente 700 especies y variedades de plantas, de cuyo cuidado se ocupan dos horticultores y hasta tres estudiantes que trabajan a tiempo completo.

Foto © Fernando Ruz
Diseñado por Richard Wilford, el paisajista responsable del diseño de los diferentes jardines en Kew Gardens, el jardín está organizado de acuerdo con la última clasificación de plantas, basado en análisis de ADN. Se trata de una exhibición botánica que celebra las formas en que las plantas se han adaptado y cambiado con el tiempo, que no es poco, porque Agius Evolution Garden da vida a más de 350.000 millones de años de historia evolutiva.
El espacio se divide en ocho secciones separadas por setos bajos de tejo (Taxus baccata) que forman salas de Jardín. La plantación del jardín sigue un sendero evolutivo natural, donde las plantas estrechamente relacionadas se agrupan en familias de plantas y las familias relacionadas se cultivan juntas en una sala de jardín.

Foto © Fernando Ruz
Foto © Fernando Ruz


Cada sección del jardín cuenta una historia diferente e interesante, respaldada con información explicativa sobre las características peculiares y únicas de las plantas. Los helechos, las cícadas y los equisetos o colas de caballo forman algunas de las primeras agrupaciones de plantas en el jardín. En ese sendero evolutivo se recorren grupos de diferentes especies hasta llegar a las familias de plantas con flores, donde se puede disfrutar de las hermosas flores de la familia de las margaritas (Asteraceae o Compositae) como Rudbeckia, Echinacea, Helianthus y Eupatorium, espectaculares especialmente a finales del verano.
Flores, abejas y otros polinizadores


En el jardín no falta el sonido de las abejas y otros polinizadores que visitan las plantas en flor. Precisamente en este paseo botánico se descubre que las plantas de floración temprana se desarrollaron hace unos 160 millones de años y que su reproducción dependía de la polinización por grupos de insectos que no sabían cómo obtener los productos de flores más complejas.

Foto © Fernando Ruz


Foto © Fernando Ruz
Esa es la razón por la que esas primeras flores eran estructuras simples que facilitaban el acceso a los visitantes. A medida que la coevolución entre insectos y plantas avanzó en el tiempo, las estructuras florales se volvieron más complejas, haciendo que las abejas, las mariposas y los escarabajos tuvieran un poco más difícil el acceso al polen.
Para quienes tengan curiosidad en conocer más detalles sobre este interesante jardín, existe un libro, The Agius Evolution Garden, donde se explica el proceso de diseño y la ciencia detrás del jardín, además de enumerar las plantas utilizadas para mostrar el Árbol de Vida de las Plantas. También podéis ver más imágenes en el post publicado hace unos meses por Fernando Ruz en su blog.


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