La vida cotidiana pintada por Botero también se representa con formas abundantes. Entre los temas colectivos y escenas de trabajo, Botero no se olvidó de la jardinería y lo hizo con una pintura en la que se muestra a cinco mujeres con diferentes herramientas de jardín que posan con miradas serias que no parecen ir dirigidas al espectador, pero sí a un punto fijo frente a ellas.
Qué pensarían, no lo sabemos, pero que eran aficionadas y/o expertas en jardinería sí. De hecho, la pintura, un óleo sobre lienzo de 191 x 181 cm, se titula Il club del giardinaggio (El Club de la Jardinería) y fue pintado por Botero en 1997.
Fernando Botero (Medellín, 19 de abril de 1932) -pintor, escultor y dibujante colombiano que vive a caballo entre Italia, Francia, Mónaco y Estados Unidos- posee ese conocido (y reconocido) estilo personal que le ha situado entre los artistas vivos más importantes del arte contemporáneo. El ser humano, la mujer, el hombre, sus sentimientos, pasiones, creencias, mitos, leyendas y un sinfín de temas universales han sido representados en sus obras con una volumetría exaltada que le otorgan un especial carácter tridimensional. La sensualidad que maneja tiene la intención de intensificar el significado de cada objeto porque, dice, “la realidad es otra cosa”.
Es posible que en esta escena jardinera haya una sola mujer, representada en diferentes momentos. No sería la primera vez que Botero reproduce repetidamente el mismo sujeto. O tal vez no, es posible que en ese cuadro esté representando a un verdadero grupo de jardineras. Con Botero, quién sabe. Sea cual sea la realidad, lo que importa es la obra y en ella no faltan voluminosas mujeres versadas en jardinería, a juzgar por las herramientas de jardín que sostienen, como tampoco falta arte para representarlas. Me encanta este cuadro, en realidad, me gusta mucho el arte de Botero.