bulbos Jardinería plantar bulbos

Plantando y guardando bulbos

Algunos ya los han plantado y otros estarán a punto de hacerlo, porque ni todos los climas son iguales, ni todos los bulbos se plantan en la misma época. La mayoría de los bulbos de primavera, a lo largo del otoño y hasta que el suelo se congela, pero, como es lógico tenemos que tener en cuenta muchos factores. 
Qué es un bulbo

Un bulbo, contiene todo lo necesario para que pueda desarrollarse una planta en su momento oportuno. Esto se puede observar de manera muy fácil al cortar un bulbo transversalmente. En unos bulbos (los que florecen en primavera), la flor, sus hojas y tallos, está recogidas, al igual que un bebé en el vientre de su madre Otros, como los gladiolos (los que florecen en verano), sólo poseen abundantes reservas en su interior, capaces de producir una planta completa, y a partir de ella, llevar a cabo su floración. En los casos anteriores, el bulbo posee diferentes elementos nutritivos para poder llevar a cabo su cometido, en unos casos floración, y en otros desarrollo vegetal.


Bulbo, cormo, tubérculo 

La diferencia entre bulbos, cormos y tubérculos es considerable, desde el punto de vista de los aficionados, todos son bulbos, pero los profesionales saben muy bien las diferencias, de ahí que ellos distingan entre bulbo, tubérculo y cormo principalmente. Los crocus y los gladiolos, son por ejemplo cormos, mientras que las dalias son tubérculos y los tulipanes son bulbos. La mayor diferencia entre ellos es la forma de almacenar los alimentos para su posterior desarrollo. Los bulbos de flor de floración primaveral resisten el invierno, es decir las bajas temperaturas, mientras que los bulbos de floración estival prefieren temperaturas más cálidas.

Bulbo de tulipán (Tulipa)
Cormo de gladiolo (Gladiolus)
Tubérculos de dalia (Dahlia)
Plantando bulbos
 

He buscado información básica sobre el tema por si fuera de interés para quienes acaben de plantarlos o estén a punto de hacerlo y no tengan gran experiencia en esta materia. La información que comparto es la que ha parecido más fiable y completa. Y al final encontraréis también un maravilloso vídeo –Planting bulbs in autumn for colourful spring flower beds – de Alys Fowler (jardinera urbana, columnista en The Guardian y autora de varios libros) plantando bulbos de primavera. 

Preparación del suelo

La preparación adecuada del suelo es importante. El drenaje del suelo resulta esencial en el cultivo de bulbos. Si el suelo es muy arcilloso puede mejorarse si se le agrega compost, turba o alguna otra fuente de material orgánico. El material orgánico debe colocarse en los primeras 30 cm de suelo (45 cm es aún mejor).

Fertilización

Tanto los bulbos de primavera como los de verano necesitan fósforo para favorecer el desarrollo de la raíz. No debemos olvidar que el fósforo una vez aplicado al suelo se mueve muy poco. Algunos bulbos se plantan a una profundidad de 15 a 20 cm. La tierra que se encuentra debajo del lugar donde se colocarán los bulbos, será la que se mezcle con el fósforo para que las raíces puedan luego absorberlo. Mezcle harina de huesos (fertilizante orgánico a base de huesos esterilizados de animales de matadero. Es rico en fósforo y promueve el crecimiento de las raíces y  las flores)  o superfosfato (a base de fósforo y calcio) con tierra en la parte inferior mientras lo prepara.

Si las plantas van a mantenerse plantadas durante más de un año, se recomienda añadir más fertilizante. La tierra donde crecen los bulbos que florecen en la primavera debe mezclarse en el otoño con cinco cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10-10 (o fertilizante para bulbos similar) más dos tazas de harina de huesos cada metro cuadrado.

Tan pronto como aparecen los primeros brotes sobre la tierra en la primavera, repita la aplicación de fertilizante soluble antes mencionada. No fertilice los bulbos de flor de primavera después de que hayan empezado a florecer. Esto fortalece el crecimiento de la raíz y a veces acorta la vida de la flor.

Los bulbos de flor de verano y primavera deben fertilizarse una vez por mes desde que asoman los brotes hasta que la planta florece por completo. Aplique siete cucharadas soperas de fertilizante soluble 10-10- 10 (o fertilizante similar) divididas en dos o tres aplicaciones en 1 metro cuadrado.

El pH óptimo de los bulbos es de 6 a 7. Para determinar si la aplicación de arcilla es necesaria para modificar el pH del suelo, es necesario hacer un estudio del suelo y si resultara necesario, habrá que agregar arcilla al suelo. Para lograr el buen desarrollo de los brotes, mezcle harina de huesos con la tierra antes de sembrar.

Elección del lugar de siembra

Antes de elegir el lugar donde irá el bulbo en el contexto del paisaje, será necesario tener en cuenta la luz que necesitará la planta. ¿Qué requiere la planta? ¿Sol, semisombra, sombra?

Ya que los bulbos de principios de primavera florecen antes de que la mayoría de los árboles o arbustos comiencen a brotar, pueden plantarse bajo estos árboles o arbustos sin problema.

La mayoría de los bulbos de verano necesita sol o semisombra.

Los bulbos de flor de primavera plantados con orientación sur florecerán antes que los mismos bulbos plantados con orientación norte. Los bulbos de primavera plantados en una colina florecerán antes que los bulbos plantados en un llano. El aire frío es más pesado que el cálido y actúa como el agua. Fluye por la colina y se estanca en las zonas bajas.

La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo.

Profundidad de siembra

La regla general para sembrar bulbos de primavera es plantarlos a una profundidad de dos a tres veces el largo del bulbo.

Esto significa que la mayoría de los bulbos grandes como los tulipanes o los narcisos atrompetados debe plantarse a una profundidad de aproximadamente 20 cm, mientras que los bulbos más pequeños deberán plantarse a una profundidad de 8 a 10 cm aproximadamente.

La profundidad se mide desde la parte inferior del bulbo. Esta regla básica de siembra no se aplica a los bulbos de verano ya que existen varios requisitos para la siembra de este tipo de bulbos. Para conocer cuál es la profundidad de siembra de los bulbos de verano, consulte la información provista con los mismos bulbos.

En el caso de los tulipanes, narcisos atrompetados y jacintos los bulbos deberán plantarse con la nariz hacia arriba y el disco de la raíz hacia abajo. El método más adecuado para realizar la siembra es cavar y ablandar la tierra hasta la profundidad deseada. Luego, colocar los bulbos en la tierra ejerciendo un poco de presióny cubrirlos con la misma tierra. Este método es mejor que el de sembrado individual con un plantador de bulbos. En muchos tipos de suelo los plantadores de bulbos no funcionan bien e incluso, a veces, no sirven para nada.

 

Riego de bulbos

Riegue los bulbos después de sembrarlos. Esto hará que la tierra se asiente y además le dará la humedad necesaria para que la planta eche raíz. Los bulbos que se plantan durante el otoño deben echar raíz antes de que comience el frío. Para evitar que los bulbos se pudran, evite regar en exceso en el momento de la siembra.

En el caso de los bulbos de primavera y verano, comiencea regarlos cuando aparezcan los primeros capullos si la tierra está seca. El riego superficial no dará resultado. Recuerde que los bulbos se han sembrado a 15 o 20 cm de profundidad y que el agua debe llegar hasta esa profundidad.

Mientras dure la etapa de brote, floración y desarrollo del follaje, agregue aproximadamente ¼ litro de agua por semana si es que esta cantidad no fue provista por la lluvia. Al regar, moje sólo la tierra, evite que el agua alcance la flor. Los bulbos como los de alium o los bulbos de plantación poco profunda, se pudrirán rápidamente si se los riega en exceso en el calor del verano.

 

 
Cortar el follaje

Uno de los problemas visuales de los bulbos de primavera es el follaje que queda después de la flor. El follaje puede resultar poco atractivo a la vista si es que los bulbos están plantados en un lugar muy visible dentro del diseño del jardín. El follaje no debe segarse antes de que se torne amarillo y muerade manera natural.

El follaje de los bulbos más pequeños, tales como el de las campanillas de invierno y albarranillas, se muere rápidamente y no causa problemas. El follaje de bulbos más grandes, como el de los tulipanes y narcisos atrompetados permanecen semanas hasta morir. Debemos tener en cuenta que después de florecer la planta necesita que las hojas verdes produzcan alimento (fotosíntesis) que se almacena en el bulbo para el crecimiento del año próximo. Si el follaje se corta temprano, la planta no podrá seguir produciendo reservas para el año próximo. Esto da como resultado un bulbo débil que gradualmente irá declinando hasta morir. Si lo hacemos en el momento adecuado, será más probable que acaben naturalizándose.

Hay varias maneras para distraer la atención del follaje amarillento. Intercale los bulbos en la primavera con algunas plantas anuales de uno o dos colores. Ubique los bulbos detrás de las plantas sembradas en la parte frontal del cantero. Plante bulbos de flor más alta detrás de arbustos bajos ubicados en primer plano. Plante los bulbos junto a plantas pequeñas que cubren el suelo y perennes como las hostas o las azucenas amarillas.

Estacas

Algunos bulbos de flor de verano como las dalias y los gladiolos, de vez en cuando, necesitan soporte adicional para poder mantenerse erguidos. Para sostener aquéllas plantas de tallo débil resultan útiles los anillos de soporte. Las estacas también cumplen esta función. Coloque las estacas en la tierra cuando plante los bulbos o tubérculos así evitará dañarlos cuando estos ya hayan crecido.

Acolchado orgánico (mulch)

La tierra donde se planten los bulbos deberá cubrirse con 5 a 8 cm de acolchado orgánico. Esto minimizará la fluctuación de temperatura y mantendrá un nivel óptimo de humedad. Los bulbs pequeños de floración temprana no deberán cubrirse con acolchado orgánico.

Recolección y almacenaje de bulbos de primavera

Una vez que el follaje se marchita o madura al final de la primavera o a principios del otoño, el bulbo entra en estado de latencia.

El verano es el período de latencia para los bulbos de primavera. A medida que el follaje va muriendo, las raíces que nutren el bulbo también van muriendo.

Con las lluvias de otoño, el bulbo sale de la latencia del verano y las raíces comienzan a crecer nuevamente para proveer al bulbo de nutrientes y humedad.

Si fuera necesario desenterrarlos, el momento ideal es una vez que los bulbos de primavera entran en estado de latencia.

Si la elección es desenterrar los bulbos, estos deberán almacenarse en un lugar bien ventilado y deberán replantarse en el otoño.

Cada cinco años los narcisos atrompetados y los crocus deben recolectarse y resembrarse para evitar el exceso de bulbos.

La primera señal de exceso de bulbos será una flor más pequeña, florecimiento desparejo y alturas no uniformes. Cuando esto ocurre hay que sacar los bulbos de la tierra, dividirlos y resembrar de inmediato.

 

 
Recolección y almacenaje de bulbos de verano

En el caso de las bulbosas de flor de verano, cuando las hojas comienzan a tornarse amarillas es momento de recolectar y almacenar los bulbos. Utilice una escardadera de lengüeta para desenterrar los bulbos. Limpie todo resto de tierra que esté pegada al bulbo, excepto en el caso de bulbos que se almacenan en macetas o con tierra alrededor. 

En el caso de los bulbos de achimenes, begonias, cannas, caladium, dalias e ismene (liriope), no quite la tierra. Almacene estos bulbos en grupos sobre una capa levemente humedecida de turba o aserrín en un lugar fresco. Lávelos y sepárelos justo antes de plantarlos. 

Despliegue los bulbos limpios en la sombra para que se sequen. Cuando estén secos, se almacenan resguardados de la luz solar en algún lugar fresco y seco como un sótano, bodega, garaje o cobertizo, a aproximadamente 15ºC a 18ºC. Evitar temperaturas de menos de 10ºC o de más de 21ºC,  salvo que tengamos instrucciones diferentes para algún tipo de bulbo en particular.

Hay que revisar bien los bulbos para ver si tienen algún tipo de enfermedad. Sólo se deben guardar los bulbos grandes, firmes y sanos que no estén manchados. Los bulbos pequeños se desechan.

Si los bulbos para almacenar son pocos, se puede guardar en bolsas de papel y colgar a cielorraso o de las paredes. Si tenemos más cantidad de bulbos para almacenar, se pueden poner en bandejas con tela mosquitera.

Antes de almacenarlos, deberemos clasificar los bulbos por especie y variedad.

Es importante que circule aire por los bulbos que almacenamos. Nunca deberemos almacenar bulbos a más de dos o tres capas de profundidad, ya que las pilas profundas de bulbos generan calor y podredumbre.

Lo ideal es que la mayoría de los bulbos que dan flor se almacenen durante bastante tiempo a una temperatura de 15ºC a 18ºC. Debemos mantener la humedad en el sitio de almacenaje lo más baja posible.

Nunca guardar los bulbos donde haya gas etileno producido por frutas.

Los bulbos pueden almacenarse en recipientes con turba, arena, perlita o vermiculita.

Otro método común para almacenar bulbos es colocarlos en una bolsa de tejido muy suelto y colgarlos en un lugar fresco.

No divida ni separe los bulbos antes de almacenarlos.

Informacion obtenida en: University of Illinois Extension

Lo dicho, nunca es tarde, si la dicha es buena. Si el suelo todavía no se ha congelado en tu zona, estás a tiempo de plantar bulbos. Y para ilustrar aún más estos conocimientos, os dejo aquí un enlace a un vídeo delicioso –Planting bulbs in autumn for colourful spring flower beds – con Alys Fowler. El audio es en inglés, pero las imágenes y sus gestos ayudan a entenderlo y es una delicia verla en acción (a ella y a su perro…) en el jardín trasero de su casa, donde tiene su huerto. 



Pin It on Pinterest