Fernando Ruz
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Las dalias (Dahlia) son plantas
tuberosas muy versátiles cuyas flores pueden llegar a robar protagonismo en
el jardín. Tienen razones de sobra para estar consideradas como las flores de corte y de jardín de menor
mantenimiento. Además, su amplia oferta de colores y la diversidad de
formas de sus flores permiten que puedan incorporarse igualmente en el borde
herbáceo o exhibirse en vistosos contenedores.
Tú eliges. Sea, como sea, lo
que es seguro es que las dalias pueden dar muchas alegrías al jardín, patio o terraza y sus flores
seducirte desde mediados o finales del verano hasta la llegada de las primeras
heladas, a mediados o finales del otoño.
Si elegimos la opción de
cultivar nuestras dalias en macetas o cualquier tipo de contenedor, se puede hacer con éxito, siempre que los contenedores sean lo suficientemente
grandes. Eso va a depender de la variedad de dalia que elijamos, porque hay
gamas de dalias enanas y de patio que pueden cultivarse en macetas de menor
tamaño, pero si elegimos las variedades incluidas en otros grupos, tendremos
que elegir macetas grandes para crear una fantástica exhibición de flores.
Descripción de la dalia
Las dalias (Dahlia) son plantas vivaces de flor que pertenecen a la misma familia que las margaritas (Asteraceae). Se suele incluir en el grupo de plantas bulbosas que florecen en verano, pero en realidad son plantas que tiene gruesas raíces tuberosas, reunidas en haces alrededor del cuello de la planta.
Los tallos son herbáceos y
pueden alcanzar desde 0,4 a 2 metros de altura, dependiendo de la variedad. Sus
hojas son compuestas y dentadas y van colocadas en disposición opuesta.
Historia
Un tubérculo para utilizar como alimento
Un tubérculo para utilizar como alimento
El origen de las dalias se
encuentra en México y es su flor nacional. Estas dalias
originales tenían flores sencillas y con corola compuesta solo de ocho lígulas.
El género lo forman 43 especies,
todas ellas del continente americano; y la mayoría de estas son endémicas de México. Se desarrollan en altitudes que van desde los 500 hasta los 3.500 m
sobre el nivel del mar. Algunas especies crecen en áreas reducidas, como Dahlia macdougallii, que solo se ha
encontrado en una localidad de Oaxaca; otras tienen una distribución más amplia
como Dahlia coccinea, la cual crece
desde Chihuahua hasta Guatemala.
Las dalias fueron utilizadas en tiempos prehispánicos para adornar templos y casas durante los rituales. Además, tenían fines medicinales y culinarios (los pétalos y el tubérculo eran cocinados).
Las dalias fueron utilizadas en tiempos prehispánicos para adornar templos y casas durante los rituales. Además, tenían fines medicinales y culinarios (los pétalos y el tubérculo eran cocinados).
En México aún crecen las
especies silvestres que dieron origen a las variedades cultivadas que conocemos
actualmente.
En el siglo XVII, Francisco Hernández menciona a las dalias en su libro “Plantas y animales de México” lo que despertó la curiosidad hacia esa planta.
En 1784, el director de Jardín Botánico de la Ciudad de México y miembro de la Real Expedición Española, envió semillas de varias flores mexicanas al director del Jardín Botánico de Madrid, Antonio José Cavanilles y Palop. Entre ellas iban las primeras simientes de la acocoxóchitl, el nombre que daban los aztecas a las dalias (Dahlia), bautizada después por Cavanilles -en honor de André Dahl, botánico sueco discípulo de Linneo- cuando floreció la primera dahlia en Europa, en abril de 1761.
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iBulb
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En el siglo XVII, Francisco Hernández menciona a las dalias en su libro “Plantas y animales de México” lo que despertó la curiosidad hacia esa planta.
En 1784, el director de Jardín Botánico de la Ciudad de México y miembro de la Real Expedición Española, envió semillas de varias flores mexicanas al director del Jardín Botánico de Madrid, Antonio José Cavanilles y Palop. Entre ellas iban las primeras simientes de la acocoxóchitl, el nombre que daban los aztecas a las dalias (Dahlia), bautizada después por Cavanilles -en honor de André Dahl, botánico sueco discípulo de Linneo- cuando floreció la primera dahlia en Europa, en abril de 1761.
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Las dalias que fueron enviadas
por primera vez a España eran simples, con un disco grueso, de color amarillo y
rayas escarlata. Estas primeras dalias pertenecían a especies silvestres
como Dahlia varinbilhis, Dahlia juarewii,
Dhallia coccinea, Dahlia gracilis, entre otras.
Pronto se perdieron, puesto
que se cultivaban en condiciones demasiado cálidas. En los primeros años del
siglo XIX, las plantas se introdujeron de nuevo y, a medida que su cultivo se
entendió mejor, crecieron cada vez con más éxito.
Bajo cultivo, se produjeron
flores de numerosos matices; pero sobre todo fue modificada la estructura de la
flor que pasó de ser plana en estado silvestre, a una forma
tubular o rellena.
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Dahlia 'Jowey Winnie' • iBulb
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Las dalias se extendieron y
prosperaron durante los siguientes años, y en 1820 De Candolle, el
botánico de Montpellier, se atrevió a plantarlas al aire libre, como planta
ornamental. El holandés Van Der Verg hizo que la flor se sembrara en los
jardines de toda Europa. En Bélgica se obtuvieron las primeras plantas de
carácter ornamental con flores grandes y dobles, estas plantas rápidamente se
propagaron por todo el continente, siendo las preferidas de la corte de la
reina Victoria. En 1881 se creó en Inglaterra la primera sociedad de la dalia.
Las tres primeras especies
introducidas fueron Dahlia coccinea , una sola roja, D. rosea, una única rosa y
D. pinnata, una semi-doble púrpura. Una variedad completamente doble se obtuvo
en 1815 y la introducción de Dahlia juarezzii en 1876, con sus pétalos largos y
estrechos con márgenes recurvados, llevó al desarrollo de las dalias del grupo cactus.
En la década de 1830 había literalmente cientos de variedades
disponibles.
Así fue desarrollándose el cultivo de dalias de jardín, claro que, en aquella época se hacía con carácter “exclusivo”. La facilidad de las dalias para evolucionar morfológicamente, hizo posible que fueran surgiendo nuevas variedades y colores, creando un abanico de posibilidades de elección casi infinito.
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Dahlia 'First Love' • iBulb
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Dahlia 'GardenFestival' • iBulb
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En realidad, se ha buscado la variabilidad de estas plantas de tal manera, que las dalias que nosotros conocemos hoy en día difieren mucho de aquellas que recibió Cavanilles.
Debido a su popularidad, el cultivo de dalias en el jardín pronto pasaría de su estatus de "exclusivo" a la categoría de “ordinario”. Pero las dalias, como los viejos roqueros, nunca mueren y han sido redescubiertas de mil y una formas.
Cada vez hay más variedades de
flores de dalia disponibles (en la actualidad hay más de 20.000 variedades) que
abarcan desde las más pequeñas, cuya belleza reside en su simplicidad, hasta
las más grandes con colores deslumbrantes (ver aquí los 12 grupos de dalias en
función de la morfología de sus flores).
Cultivo de dalias
Si no has cultivado nunca
dalias, pero sientes curiosidad en conocer la forma de hacerlo, lo primero que
debes saber es que su cultivo no entraña ninguna dificultad, de modo que no renuncies
a ello, todavía estás a tiempo de comenzar este año.
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Dahlia 'Jan van Schaffelaar' • iBulb
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Lo primero que nos interesa
descubrir es que hay tres formas de
reproducir las dalias: a partir de esquejes enraizados, tubérculos o
semillas.
• Esquejes enraizados
Los esquejes enraizados son brotes
del crecimiento basal del progenitor obtenidos el invierno anterior, arraigados
en sustrato y enviados en bolsas de plástico, listos para macetas. Generalmente
hacen plantas más pequeñas en su primer año, pero son lo suficientemente
grandes para macetas, con muchas flores. Por lo general, los esquejes con
raíces se compran por correo a viveros especializadas. Si te consideras
experto, puedes preparar tú mismo los esquejes.
En este caso, lo que tenemos
que hacer es plantar el esqueje en una maceta de 9 cm para que desarrolle bien
su aparato radicular.
Después se pasará a una maceta
de 12 cm, cortando cualquier brote para que no se amontone la vegetación. Se debe mantener bien regado y cultivar al aire libre en los días cálidos que de abril, mayo o junio.
Generalmente se obtienen
plantas más pequeñas en su primer año, pero tienen el suficiente tamaño para
cultivarlas en macetas, donde desarrollarán muchas flores.
• Tubérculos
Los tubérculos son las raíces
de las plantas maduras y se ven como un grupo de raíces marrones, similares a
zanahorias, unidas por el tallo seco del año anterior. Podemos comprarlos en
centros de jardinería o por correo en primavera, o usar nuestros propios tubérculos
que han sido hibernados (ver plantar y guardar bulbos).
Como todos los bulbos
estivales, los tubérculos de dalia deben plantarse en el exterior en
primavera, cuando ha pasado el riesgo de
heladas. Podemos comenzar con los
tubérculos de dalia en macetas, lo que los alentará a desarrollarse más
rápidamente, por lo que es probable que comiencen a florecer antes.
Antes de plantar, debemos
mojar los tubérculos en un cubo de agua tibia durante una hora, para que puedan
rehidratarse completamente. Al plantar,
hay que asegurarse de que la articulación donde las raíces se encuentran con el
tallo está orientada hacia arriba.
Debemos situar las macetas en un lugar soleado y mantener los tubérculos
bien regados.
Pinza los brotes del tallo principal hasta el
par de hojas superior. También es
necesario eliminar la mayoría de los brotes que crecen en el tubérculo para
fomentar un crecimiento fuerte y vigoroso, y una floración más profusa.
Si queremos hacer nuestros propios esquejes para la próxima temporada, una vez que las dalias han
comenzado a brotar, es el momento perfecto para realizar cortes basales.
Es un proceso simple y la forma de multiplicar nuestras dalias sin necesidad de tener que comprar los esquejes enraizados que comentaba al inicio.
Es un proceso simple y la forma de multiplicar nuestras dalias sin necesidad de tener que comprar los esquejes enraizados que comentaba al inicio.
• Semillas
Sembradas a finales del invierno
o principios de la primavera en un invernadero o propagador, las semillas de
dalia producirán plantas jóvenes listas para plantar en el exterior en el mes
de mayo y florecerán ese mismo verano.
La gama de dalias que venden
habitualmente las diferentes empresas de semillas suele ser de crecimiento
rápido y adecuadas para este tipo de cultivo.
También podemos usar este método para sembrar semillas guardadas de nuestras propias plantas de dalia al final de la temporada anterior. Para ello, tenemos que dejar que algunas flores depositen semillas para su recolección a fines de septiembre. Guardamos las semillas en un sobre durante el invierno hasta la siembra en febrero. Si tenemos éxito, obtendremos una maravillosa mezcla de diferentes formas de flores y colores de las plantas resultantes.
También podemos usar este método para sembrar semillas guardadas de nuestras propias plantas de dalia al final de la temporada anterior. Para ello, tenemos que dejar que algunas flores depositen semillas para su recolección a fines de septiembre. Guardamos las semillas en un sobre durante el invierno hasta la siembra en febrero. Si tenemos éxito, obtendremos una maravillosa mezcla de diferentes formas de flores y colores de las plantas resultantes.
Para la siembra, llenamos una
maceta o semillero con sustrato especial para semillero húmedo y lo presionamos
ligeramente. Clavamos suavemente la
semilla en el sustrato (tal y como se muestra en la imagen) y cubrimos las
macetas con una bolsa de polietileno transparente inflada, que sujetaremos con
una banda de goma. En el caso de que sembremos en semilleros, se puede cubrir
con una tapa de propagador.
Las plántulas germinarán en un
par de semanas. Una vez que las hojas “verdaderas” (el segundo par de hojas que
brota) han crecido, las plántulas están listas para ser trasplantadas a macetas
individuales de 10 cm. Cuando la temperatura comienza a ser más cálida, se
pueden ir adaptando al exterior y cuando el riesgo de heladas ya no existe se
plantan en su lugar definitivo.
Cuidados y mantenimiento de las dalias
Llega el momento de plantar en
el jardín o en el contenedor definitivo. Partimos de una maceta de unos 12 cm
que hemos obtenido mediante cualquiera de los 3 métodos de cultivo o incluso,
una planta en maceta que hemos comprado en el centro de jardinería, en este
caso, suelen ser dalias enanas.
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Dahlia 'Wittem' • iBulb
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Sea cual sea, debemos tener en
cuenta que, al plantar la dalia en el jardín, debemos cavar un hoyo mucho más grande
de lo que creemos que podemos necesitar. Esto aflojará el suelo más cercano a
las raíces y facilitando que la planta empuje sus raíces hacia el suelo fresco
y se establezca bien.
Si optamos por macetas o
contenedores, debemos plantar nuestra dalia tan profunda como la parte superior
de la maceta en la que ya está creciendo, porque si la enterramos a más
profundidad, podría pudrirse.
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Dahlia 'Motto' • iBulb
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Las dalias prosperan en un
suelo ligero, fértil y bien drenado. Si las plantamos en el jardín y el suelo
jardín es pesado (arcilloso), tendremos que agregar material orgánico o
plantarlas en camas elevadas.
A las dalias no les gusta el
calor extremo, por lo que hay evitar los puntos calientes, como los muros al
sur o al oeste.
Para que la planta pueda
soportar todo ese exuberante follaje y esas tremendas flores, se requiere una
buena cantidad de riego y abono regular durante los meses más cálidos,
especialmente si las dalias crecen en contenedores. Por eso, conviene
fertilizar un poco cada 3-4 semanas hasta principios del otoño, evitando
siempre fertilizantes altos en Nitrógeno (como los que se suelen utilizar para
el césped). El abono para tomates es un tónico perfecto para las dalias, ya que
es rico en los nutrientes que las plantas necesitan para producir frutas y
flores.
Para crecer y florecer bien,
la mayoría de las dalias necesitan temperaturas nocturnas frías. En realidad, a
las dalias les gustan las condiciones frías, como las que disfrutan en las
mesetas montañosas de México, de donde son originarias. De ahí que, aunque
comienza a florecer en verano, su punto álgido se encuentra a finales del
verano y principios del otoño.
Hay que vigilar bien a las
babosas y los caracoles, porque les encanta deleitarse con los nuevos brotes de
dalias.
• Entutorado
Es aconsejable proporcionar a
las dalias un punto de apoyo, especialmente si nuestro jardín está ligeramente
expuesto. Los bastones de bambú y el cordel de jardín son un apoyo más que
adecuado durante la temporada de crecimiento y pronto quedan ocultos por el
desarrollo del follaje. Cualquier
precaución es poca, con tal de evitar que el viento dañe nuestras dalias cuando
alcanzan la altura máxima y florecen.
Fernando Ruz
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• Cortar flores marchitas
Debemos cortar regularmente
las flores marchitas, sin olvidar que, para mantener ordenada la planta, hay
que evitar dejar tocones largos. Para ello, seguimos el tallo de la flor muerta
hacia abajo, hasta que encontremos un conjunto de hojas.
Si queremos recoger semillas para la próxima temporada, tendremos que dejar algunas flores sin cortar.
Si queremos recoger semillas para la próxima temporada, tendremos que dejar algunas flores sin cortar.
Las dalias en invierno
En las zonas de rusticidad 8-11, podemos dejar las dalias en el suelo todo el invierno, cubriendo los bulbos con unos 10 cm de mantillo. No obstante, es recomendable cavar y dividir los tubérculos cada 2-3 años.
En las zonas más frías, se pueden
guardar los tubérculos para volver a sembrar la próxima primavera. En este caso, es mejor esperar una semana, aproximadamente, después de que el follaje hay sido "ennegrecido" por la escarcha. De este modo permitimos que los tubérculos se endurezcan y maduren por completo.
Después, cortamos los tallos a unos pocos centímetros del nivel del suelo. Ese es el momento en que descubrimos que los tubérculos que plantamos a finales de primavera o principios del verano se han convertido en grupos mucho más numerosos, por lo que tendremos cuidado al excavar, comenzando al menos a 30 cm de distancia de los tallos.
Después, cortamos los tallos a unos pocos centímetros del nivel del suelo. Ese es el momento en que descubrimos que los tubérculos que plantamos a finales de primavera o principios del verano se han convertido en grupos mucho más numerosos, por lo que tendremos cuidado al excavar, comenzando al menos a 30 cm de distancia de los tallos.
A continuación, retiramos toda
la tierra y lavamos lo bulbos, dejándolos secar boca abajo en un lugar fresco y
seco durante uno o dos días.
Dhalia 'Café au Lait' • Fernando Ruz
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¿Te gustan las dalias?
Dicho todo esto, que no es poco, solo me queda plantearme una pregunta ¿te gustan las dalias? Si has llegado hasta aquí quiero pensar que sí, o, al menos, que te despiertan cierta curiosidad. En ese caso, te recomiendo seguir la etiqueta Dalia del blog, donde encontrarás todo lo que vaya publicando sobre ellas.
Esto es una oda, quien sabe, tal vez mañana vendrán otras figuras retóricas, porque las dalias son como la flor del Principito, hermosas, coquetas y nada modestas.
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