
Estoy muy acostumbrada a ver por aquí y por allá algunas de las especies silvestres de corregüela (Convolvulus spp) de esta zona salpicando (y enredando) el campo con sus flores durante la primavera, el verano e incluso el otoño. Pero hoy mis ojos se van a Italia, porque el delicado color azul lavanda de las flores en forma de pequeñas campanas de Convolvulus sabatius me fascina.
Convolvulus sabatius
La especie es originaria de Italia y África septentrional (Argelia y Marruecos), donde crece preferentemente a lo largo de las costas sobre rocas calcáreas soleadas, hasta cerca de los 300 metros de altitud.
Pertenece al género Convolvulus, nombre binomial que se deriva del latín convolvere (enrollar o torcer), en referencia al hábito trepador de la mayoría de las plantas incluidas en ese género. El nombre de esta especie (sabatius) hace referencia a la región italiana de Vada Sabatia (hoy Vado Ligure), donde fue descrita por primera vez.

Convolvulus sabatius es una herbácea perenne que alcanza 15-25 cm de altura y tiene tallos postrados y largos (hasta un metro) que tienden a transformarse en leñosos con la edad. Esta especie no es invasiva, por lo que es mu
Es, sin duda, una planta mediterránea muy adecuada como cubre suelos y, desde luego, el azul lavanda de sus flores, de 2 cm de ancho, hace a esta planta perfecta para crear manchas de color en los jardines de roca situados en áreas soleadas y cálidas. Impresionante, también, la caída que tiene cuando se sitúa sobre muros de piedra.
Su rusticidad, además, la hace adecuada para jardinería sostenible, especialmente en regiones de clima mediterráneo, puesto que una vez enraizada no requiere cuidados, pudiendo soportar largos períodos de sequía. Además, no es una especie invasiva. Si decidimos cultivarla en maceta, entonces, como es lógico, tendremos que vigilar más los riegos, pero siempre dejando que el sustrato se seque antes de volver a regar.
Se puede establecer en jardines costeros, puesto que es una especie resistente a la salinidad y a la brisa marina.
No es exigente en cuanto al pH. Crece mejor en un suelo arenoso y bien drenado, y debemos situarla en una posición soleada. Una vez pasada la floración, se puede realizar una poda ligera para rejuvenecer la parte aérea de la planta.
La respuesta de esta planta en cuanto a su cultivo en el jardín le ha valido el premio AGM (Award Garden Merit) que concede la Royal Horticultural Society británcia. Se trata de un galardón que se otorga a aquellas plantas que destacan por su excelente comportamiento en el jardín, y se basa en la evaluación del rendimiento de las plantas en las condiciones de crecimiento en el Reino Unido.

Es interesante destacar también su valor ecológico, puesto que las flores de Convolvulus sabatius son atractivas para los insectos polinizadores amantes del néctar, lo que hace de esta especie una perfecta candidata para favorecer la biodiversidad en el jardín.
Dicho queda, una planta mediterránea con maravillosas flores azules, perfecta para jardines de clima mediterráneo, entre rocas o en macetas, junto al mar (o no), muy resistente a la sequía y cuyo néctar atrae polinizadores. No se puede pedir más. Digo yo.



► Aubrieta para jardín de rocas
► Plantas que florecen en verano y atraen polinizadores: Coreopsis
► Erigeron, un género de plantas con mucho que ofrecer
► Cistus salviifolius y C.creticus. Plantas para jardines de bajo mantenimiento
► Rock gardening, un libro y un nuevo enfoque del jardín de rocas
