
Echium decaisnei subsp. decaisnei, también conocido como tajinaste blanco, es un arbusto endémico de Gran Canaria que puede crecer feliz en jardines de clima mediterráneo y subtropical. De hecho, como todos los tajinastes canarios, es una especie muy ornamental que suele utilizarse con cierta frecuencia en jardinería de bajo mantenimiento.
Es interesante puntualizar que tajinaste o taginaste es el nombre genérico que se da en las islas Canarias a la mayoría de las especies de porte arbustivo del género Echium, que cuenta con 68 especies aceptadas que se distribuyen por la Macaronesia, de Europa a Asia Central; y el Norte de África. En cualquier caso, es justo puntualizar que las especies de Echium son en su mayoría endémicas del archipiélago canario. De hecho, suele decirse que el tajinaste es una de las plantas más emblemáticas de las Islas Canarias, reconocida tanto por su valor ornamental como por su importancia ecológica y medicinal.
Echium decaisnei subsp. decaisnei (Tajinaste blanco de Gran Canaria)
Echium decaisnei subsp. decaisnei es un endemismo de Gran Canaria que está presente en áreas xerofíticas de las montañas bajas, entre 150 y 1000 metros de altitud y, con frecuencia, es dominante en matorrales abiertos de amplias zonas del suroeste de la isla. No obstante, tal y como puntualizan en el Jardín Botánico de Valencia, donde descubrí este tajinaste hace tiempo, además de esas zonas áridas, este endemismo también es frecuente en la cara norte de la isla, siempre en comunidades de euforbiáceas.

El tajinaste blanco (Echium decaisnei subsp. decaisnei) es un arbusto bastante variable, robusto, leñoso, muy ramificado, de la familia Boraginaceae, que con frecuencia toma forma semiesférica y llega a superar los 2 metros de altura. Su tronco es corto, grueso, con corteza escamosa y de madera quebradiza. Tiene el follaje siempreverde o subpersistente. Las hojas lanceoladas, de hasta 15 centímetros de largo y entre 2 y 2,5 centímetros de ancho, son de color verde o verde-oscuro, subcoriáceas o algo carnosas, muy ásperas y de margen aserrado.
Las espléndidas inflorescencias del tajinaste blanco de Gran Canaria
En realidad, desde el punto de vista ornamental, se suelen destacar de esta planta las espléndidas inflorescencias características de otros tajinastes. En este caso, de hasta 40 centímetros, y formadas por racimos de flores blancas con listas azules, azul pálidas, rosadas o moradas, siguiendo la forma helicoidal de las hojas situadas a los extremos de las ramas. Es algo que, en botánica, según he aprendido, se conoce como inflorescencia paniculiforme terminal.
La floración principal del tajinaste blanco comienza a mediados de noviembre y puede llegar a prolongarse hasta el mes de abril. Además, si la disponibilidad de agua se mantiene, se puede producir una floración secundaria hacia el verano. Cuando crece en zonas de clima suave, sin temperaturas extremas, el tajinaste blanco puede mantener su floración casi todo el año.

La fructificación se inicia inmediatamente después de la floración. En algunos casos, incluso, pueden llegar a coincidir flores incipientes y frutos maduros en la misma inflorescencia. Además, es bueno saber que las semillas germinan fácilmente en octubre, llegando a formar en varios años un bonito arbusto.
Importancia ecológica
Como sucede con otros tajinastes , esa especie juega un papel crucial en los ecosistemas canarios, no solo porque sus flores son un recurso clave para abejas, mariposas y otros insectos polinizadores, sino también porque, en zonas áridas y volcánicas, contribuye a la fijación del suelo y la biodiversidad local.
En terrenos rocosos
En su hábitat natural, el tajinaste blanco de Gran Canaria suele crecer en terrenos rocosos junto a tabaibas (Euphorbia balsamífera), verodes (Kleinia neriifolia), lavandas (Lavandula canariensis), salvia canaria (Salvia canariensis) y muchas otras especies que tienen la característica común de prosperar en terrenos secos y pobres, y soportar la sequía de los meses estivales. Teniendo en cuenta esas circunstancias, es lógico pensar que se trata de una planta que funciona bien y apenas requiere mantenimiento, si se cultiva en jardines ubicados en regiones de clima subtropical, propio del archipiélago canario, así como en jardines de clima mediterráneo y tolerantes a la sequía estival.
En el jardín
Como sucede con otros tajinastes canarios, el tajinaste blanco se cultiva principalmente con fines ornamentales y ecológicos. Le gusta estar situado en áreas soleadas del jardín, y prefiere crecer en suelos bien drenados, preferiblemente arenosos o volcánicos. Los requerimientos de humedad son bajos, con riegos muy esporádicos en invierno si fuera necesario, y en verano cuando sea evidente que el suelo se encuentra completamente seco.

En Las Palmas de Gran Canaria se pueden encontrar ejemplares de Echium decaisnei subsp. decaisnei en el parque Rubió i Tudirí, construido entre los años 50 y 60 del siglo pasado por el arquitecto paisajista balear Nicolás María Rubió i Tudurí (1891-1981). Se trata de uno de los principales ejes verdes de la ciudad, gracias a la reforestación de una ladera con la plantación de unas 2000 plantas de 40 especies diferentes, entre las que se encuentran algunos endemismos canarios que se adaptan perfectamente al terreno.
También crece este tajinaste blanco en el Jardín de la Marquesa de Arucas, jardín botánico construido en torno a 1880 y ubicado en el municipio de Arucas, en Gran Canaria. Precisamente en la tercera temporada de Jardines con Historia dedicaron un capítulo a este jardín, que se puede volver ver en RTVE Play.
Sin duda, una de las ventajas de visitar jardines se encuentra en la posibilidad de viajar más allá de nuestro entorno, para descubrir todo lo que la naturaleza nos tiene reservado. Al fin y al cabo ¿Qué somos nosotros ante tal inmensidad?

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