Azul celeste y muy “quiero ser jazmín pero me llamo plumbago”. Que no es un quiero y no puedo, no, porque es una alegría ver las florecillas azul cielo salpicadas por este arbusto.
Muy popular y querido. No se cansa uno de admirarlo, por bello y por bueno. Más feliz en suelo drenado y fértil. Quiere riego regular al comienzo y una vez establecido, tolera períodos de sequía. Las hojas amarillas que aparecen cuando el ph del suelo es alto, indican deficiencia de minerales. Un poco de comida hará que se solucione todo. Apenas se ve afectado por plagas. No es invasivo pero crece con gran rapidez al sol o en semisombra. Flores casi todo el año en climas cálidos. ¿Qué más quieres? ¿Quieres más?